El domingo pasado, el socialista se impuso al derechista Henrique Capriles por poco más de un punto de diferencia, lo que llevó al candidato opositor a reclamar un recuento de votos, solicitud que apoyó Estados Unidos y que, en un principio, también respaldó la OEA, pero el contundente respaldo de los países vecinos, inclusive de Colombia, y los hechos de violencia que ya costaron la vida de 8 militantes chavistas forzaron el cambio de actitud del organismo multilateral.

Durante la sesión ordinaria celebrada en Washington en la jornada, el representante de Uruguay leyó un comunicado del Mercosur -bloque en el que Montevideo ejerce la presidencia pro témpore- que felicita al pueblo venezolano por la amplia participación en los comicios -superior al 78 por ciento-, y destaca el compromiso de sus integrantes con la defensa de los principios democráticos y de transparencia que dicha elección reflejó.

Ayer, el líder de la derecha venezolana, quien ya había perdido la elección anterior frente al fallecido Hugo Chávez en octubre de 2012, había convocado a sus seguidores a movilizarse hasta las sedes del CNE pero dio marcha atrás luego de que Maduro prohibiera las manifestaciones en Caracas en prevención a nuevos actos de violencia y, finalmente, invitó a sus partidarios a realizar un cacerolazo para manifestar su disconformidad con la proclamación del candidato oficialista.