Ayer, el secretario general de la ciudad de Buenos Aires, Marcos Peña, había alertado que "la gente tiene cierto hartazgo con las reiteradas vivencias del pasado político", en clara alusión a los dirigentes que el 1 de mayo firmaron en la capital mediterránea la declaración de córdoba, entre ellos, el anfitrión y gobernador José Manuel de la Sota, el diputado Francisco de Narváez, Moyano y Lavagna.

Al ser consultado acerca de aquellas declaraciones, Moyano criticó a la gestión porteña por la represión contra periodistas, gremialistas, pacientes, médicos y enfermeros del Borda y denunció que "la Policía Metropolitana reprime a los trabajadores". "¿Se han preguntado si yo quiero estar con Macri, si yo quiero estar con ellos? Porque es cierto que muchos sectores de la sociedad se ven representados por Macri, pero muchos laburantes se ven representados por Moyano", agregó y sentenció: "De Macri no podemos hablar porque la experiencia más importante que ha tenido en política ha sido conducir a Boca".

Por su parte, Lavagna defendió el encuentro de Córdoba y afirmó que su propósito "es conformar un centro grande que sea capaz de presentar una alternativa con cuatro o cinco puntos importantes, entre sectores del justicialismo que están saliendo del freezer en que los tiene el Gobierno, con otros sectores como el PRO en Capital (...) para presentar una oferta electoral distinta del actual gobierno".

También reconoció haber tenido "diferencias" durante su gestión de como ministro de Economía con el gobernador de Córdoba y con el secretario General de la CGT Azopardo, "pero ahora hay que buscar las coincidencias mirando al futuro".