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Mientras el ejército israelí afirmó que se trató de una "operación de contraterrorismo" que no alcanzó su objetivo, Tel Aviv acusó a Abas de haber "optado por Hamas y no por la paz" y anunció la suspensión de las negociaciones, a pesar de que el negociador palestino Saeb Erakat negó que hubiera previsto un encuentro durante la jornada.

Mientras Abas aseguró que la reconciliación entre los palestinos y las negociaciones con Israel no son incompatibles, y refirmó su compromiso con una "paz justa" basada en el derecho internacional, la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, que considera a Hamas una organización terrorista, estimó que el acuerdo podría afectar seriamente las negociaciones de paz. "Es difícil prever cómo Israel podría negociar con un gobierno que no cree en su derecho a existir", declaró Psaki, subrayando que Estados Unidos está "decepcionado e inquieto" ante el anuncio.

Previamente, la OLP y Hamas, que se opone categóricamente a las actuales negociaciones de la Autoridad Palestina con Israel, habían anunciado la conclusión de "un acuerdo sobre la formación de un gobierno independiente dirigido por el presidente Mahmud Abas en las próximas cinco semanas". Al Fatah, principal partido de la OLP, y Hamas habían firmado un acuerdo de reconciliación para terminar con la división entre Cisjordania y Gaza en 2011, pero la mayoría de las cláusulas nunca se aplicaron.

Hamas y el Fatah, que gobiernan respectivamente en la franja de Gaza y en las zonas autónomas de Cisjordania ocupada, mantienen unas relaciones tensas desde la toma de control de Gaza en junio de 2007 por el movimiento islamista, vencedor en las elecciones legislativas de 2006.

Las negociaciones entre palestinos e israelíes, mientras tanto, están completamente bloqueadas desde que Israel se negó a liberar, el 29 de marzo según lo previsto, a un último contingente de prisioneros palestinos y reclamó una prolongación de las negociaciones de paz más allá del 29 de abril, la fecha tope decidida inicialmente. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ya había acusado el miércoles pasado al presidente palestino de sabotear el proceso de paz, al buscar la reconciliación con Hamas. "¿Quiere la paz con Hamas o con Israel? Se puede tener una, pero no la otra", indicó. Para Erakat, en cambio, "no se puede lograr la paz sin que haya antes una reconciliación. La reconciliación es una prioridad nacional palestina".

De momento, las negociaciones de paz, reactivadas en julio pasado por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se hallan en un callejón sin salida. Desde su reanudación el 29 de julio de 2013, las negociaciones topan con cuestiones esenciales: las fronteras, las colonias, la seguridad, el estatuto de Jerusalén y los refugiados palestinos.

la última y enésima reunión entre negociadores israelíes y palestinos se celebró en la víspera en Jerusalén, en presencia del mediador estadounidense Martin Indyk, pero no se produjo en ella ningún progreso. Abas se ha declarado dispuesto a prolongar las conversaciones pero con la condición de que Israel libere a los prisioneros, congele la colonización y acepte debatir sobre la delimitación de las fronteras del futuro Estado palestino, pero el gobierno israelí rechazó las "condiciones" palestinas.