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Vitale, quien reside en Austin (Texas), apuntó que el premio adquiere mayor significación tras la muerte hace unos días del dramaturgo Carlos Maggi, uno de los últimos miembros de la famosa generación del 45 uruguaya, de la que ella también forma parte.

Durante una conversación telefónica con la agencia Efe, Vitale, que llegó hace más de veinte años a Texas desde su exilio forzado a México, dijo estar "feliz y honrada" por un premio que le llega de España y que "es una manera de prestigiar una lengua" y unir al mundo hispanohablante.

A punto de cumplir 94 años, Vitale está enfrascada en varios proyectos literarios, entre ellos la publicación de una antología en la península, y cuando se le pregunta sobre si este reconocimiento le sirve de acicate responde: "¿Energía? Energía, para los editores".

Vitale obtuvo el premio (dotado de 42.000 euros) por unanimidad del jurado, que conceden Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca, considerado el "Cervantes" de la poesía.

"También es una sorpresa (la concesión del galardón), porque una se asombra que estos premios aún existan", observó la escritora, quien confía en que estos galardones estimulen al público a leer poesía.

Perteneciente a la generación del 45, la misma que nutrieron Mario Benedetti o Idea Vilariño, Vitale se exilió en 1974 huyendo de la dictadura uruguaya. "Los países pasan por momentos de esplendor (en las Letras). Hay generaciones con las que parece que todo lo bueno se concentra en un lugar y un instante", reflexionó Vitale.

La poeta, quien opinó que ahora Uruguay pasa por un buen momento de creación en el cine, recomendó que los escritores de su país "no se encierren en un círculo uruguayo", ya que la literatura debe ser un instrumento para "conectar a personas de países diversos".