"Necesitamos saber qué paso y dónde paso", reclamó Daniela, hermana de Melisa, quien además solicitó "testigos" del ataque que puedan contribuir a la reconstrucción de lo sucedido. Según detalló, Melisa "salió de casa alrededor de las 18,40 y se dirigía hacia el centro cultural de Glew, adonde nunca llegó". Tampoco se encontró con su padre para presenciar el segundo tiempo del partido entre Temperley e Independiente.

Si bien las primeras versiones suponían que la joven podría haber sido atacada por llevar una camiseta de Temperley, su hermana lo descartó porque "tenía dos buzos y abajo la camiseta". "Tenía una campera abrigada con capucha" que no dejaba ver la camiseta del club precisó Daniela, quien también desechó la posibilidad de que se tratara de un robo al advertir que Melisa tenía "los documentos, la plata y el celular".