Uno de los asesinatos fue cometido en 2008 cuando ejecutaron en el estacionamiento del shopping Unicenter de Martínez a los colombianos Héctor Edilson Duque Ceballos, alias "Monoteto", y Jorge Quintero Gartner. El otro asesinato fue cometido en febrero de 2009 y la víctima fue un el colombiano Juan Sebastián Galvis Ramírez, quien fue asesinado a balazos frente a un negocio de venta de jet ski en San Fernando.

Fue entonces cuando el fiscal Luis Angelini, a cargo de la investigación de ambos crímenes, siguió la línea del narcotráfico pero no pudo avanzar porque su superior, el fiscal general de San Isidro, Julio Novo, se lo impidió y le puso trabas, según denunció en octubre 2012 lo denunció.

Casi tres años después de esa denuncia de Angelini, la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado ordenó la declaración indagatoria de Novo y de sus máximos colaboradores, Melisa Rey , Mariana Busse, Eduardo Vaiani y Rodrigo Caro, por el presunto delito de "encubrimiento agravado".