El vuelo 1682 de la empresa de bandera había salido desde el aeroparque metropolitano Jorge Newbery con destino a Bariloche y debió aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Neuquén tras un llamado que alertaba sobre la presencia a bordo de un explosivo. La Policía Aeroportuaria revisó la nave y descartó el peligro.

La llamada intimidatoria fue recibida alrededor de las 11, minutos después el avió de Aerolíneas Argentinas aterrizó de emergencia en Neuquén, y casi tres horas después volvió a despegar rumbo a su destino original.

Efectivos de la PSA pusieron en marcha el procedimiento para revisar el avión, que quedó en medio de la pista, mientras los pasajeros fueron trasladados a un hangar. Tras escanear todo el equipaje y no encontrar nada, la PSA dio por concluido el operativo.