Así lo advirtió hoy Claudio Dellecarbonara, delegado de la línea B de subterráneos, quien dijo que "no hay infraestructura de seguridad en los túneles, pues la mayoría fue construido hace más de cincuenta años, por lo que no hay salidas de emergencia ni vías de escape".

La preocupación por las condiciones de seguridad del servicio de subterráneos porteño se reabrió hoy, un día después de que un accidente en el Metro de Valencia, España, costó la vida a 41 personas y heridas a otras 47.

Además, el 21 de junio pasado, una formación de la línea D descarriló entre las estaciones Plaza Italia y Scalabrini Ortiz a raíz de una falla técnica y cuatro personas debieron ser atendidas, tres de ellas por contusiones y la restante por un ataque de nervios.

"El principal problema (que provoca inseguridad) es la falta de mantenimiento. Desde el año 2002 con un decreto del gobierno (del ex presidente Eduardo Duhalde) les han permitido a las empresas concesionarias del servicio ferroviario dejar de hacer una gran cantidad de mantenimiento que es muy necesario para que los trenes circulen con la seguridad adecuada", criticó el representante gremial en diálogo con una radio nacional.

Además "de la falta de mantenimiento a nivel general, hay fatiga de los materiales, fisuras, problemas en las ruedas. Se está viajando muy mal, la gente lo sabe y lo hace poniendo en riesgo su vida, los trabajadores también estamos en riesgo y por eso estamos muy preocupados", advirtió Dellecarbonara.

En ese punto, el delegado de la línea B dijo que los usuarios y trabajadores se exponen a "una trampa mortal en la mayoría de los casos" en que utiliza el servicio de subterráneos. "No queremos lamentar una cantidad de muertos que sorprenda a

la comunidad, cuando nosotros estamos denunciando esto hace más de cuatro años", remarcó.

Dellecarbonara se quejó además porque "cuando hay un accidente tratan de echarle el fardo al conductor o al usuario, cuando en realidad lo que está fallando la concesión, que se lleva las ganancias pero no hace las inversiones". "Usan los subsidios que les da el Estado para su propio beneficio y no para el beneficio de los usuarios", concluyó.

Fuente: DyN