La medida dispuesta por la administración de Felipe Solá, había sido impulsada por el ministro de Salud provincial, Claudio Mate. El decreto prohíbe "fabricar, manipular, prescribir y comercializar preparados magistrales o medicamentos industrializados con ansiolíticos y anorexígenos asociados con otras sustancias, como los diuréticos, laxantes y hormonas".

En los fundamentos de la medida se indica que se trata de fórmulas que utilizan los médicos para combatir la obesidad, consideradas "cócteles explosivos que pueden llevar a la muerte".

De acuerdo a las consideraciones de los expertos consultados, la ingesta de anorexígenos combinados con otras sustancias pueden causar crisis de hipertensividad, insomnio, ansiedad, adicción e impotencia sexual; además de arritmias, trastornos psicóticos, depresión y alteraciones en los sistemas cardiovascular y nervioso central.

La prohibición dispuesta por el Ejecutivo bonaerense era reclamada por prestigiosos Nutricionistas del país que desde hace años vienen advirtiendo de los daños que producen estos productos y también sobre la libertad con que se comercializan.

Según indica la norma, el incumplimiento de esta medida "será severamente sancionado con fuertes multas y clausuras parciales y totales del laboratorio o farmacia que las formule". En tanto, se estableció que la autoridad de aplicación de la nueva normativa será el ministerio de Salud de la provincia.

Fuente: DyN