Kirchner encabezó el acto que se realizó en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno con la asistencia de gran parte del gabinete junto a otros funcionarios y dirigentes, donde se detallaron los puntos fundamentales del Plan Nacional de Desarme civil que pasará a ser "una política de Estado".

Este programa incluye el traspaso a la órbita del ministerio del Interior del Renar, organismo encargado del registro de armas y que hasta ahora estaba en la esfera de Defensa, el canje de armas de fuego por dinero y la prohibición de fabricar réplicas de armamento, entre otras iniciativas.

El gobierno respondió así la inquietud social por la inseguridad y la proliferación de armas de fuego, programa que fue consensuado con organizaciones no gubernamentales interesadas en el tema lideradas por Dante Piccioli, padre de Pablo, el joven de 18 años asesinado en un peaje de la Panamericano luego de una discusión de tránsito.

"Querer politizar este tipo de hechos es el lucro y la bajeza más grande que puede pasar en la sociedad argentina", advirtió Kirchner en alusión -sin nombrar específicamente- a Mauricio Macri y Juan Carlos Blumberg.

Para reforzar la idea, remarcó que "querer algún día ser gobierno en la Argentina politizando este tipo de temas es una vergüenza".

"Yo no pienso ser un solo día presidente, tratando de politizar este tipo de cosas", enfatizó porque "esto es una política de Estado".

En otra parte de su discurso, y con el dedo levantado hacia el sector donde estaban los jefes de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, el presidente les recordó "que terminar con el comercio ilegal en esas instituciones es responsabilidad de sus jefes y no deben tener contemplaciones con los responsables".

"Estas instituciones deben estar a la altura de la historia y las circunstancias", resaltó.

En el mismo plano de advertencias, Kirchner señaló que no son necesarias "más leyes" para resolver temas judiciales y recomendó a los jueces ser cuidadosos a la hora de las excarcelaciones porque "lo que hay que conseguir es que no haya más asesinos en la calle".

El acto se abrió con un emocionado discurso de Dante Piccioli quien advirtió que el tema del desarme civil "no debe ser prisionero de ninguna ideología ni interés particular" y luego el ministro del Interior, Aníbal Fernández, se encargó de dar detalles del programa nacional.

Entre un mensaje y otro, Kirchner se levantó del estrado y -sin mediar ningún protocolo- bajó hasta la primer fila de público para abrazar al padre de Alfredo Marcenac, el joven asesinado semanas atrás en la avenida Cabildo por un tirado que hirió además a otras personas.

Fuente: DYN