Miércoles, 1 de noviembre de 2006 | Hoy
16:19 › DENUNCIA A LA OMS
Un científico británico que trabajó para la Organización Mundial de la Salud (OMS) acusó hoy a esa agencia de la ONU de haber ocultado en un informe pruebas que vinculaban el uso de municiones con uranio empobrecido durante la guerra del Golfo y el aumento de la incidencia del cáncer entre la población civil.
El experto, Keith Baverstock, que trabajó como asesor en materia de radiaciones para la OMS, denunció la omisión de las pruebas que él mismo había aportado sobre los riesgos que el empleo de esas armas en 1991 presentaba para los civiles en el período de posguerra.
En declaraciones, Baverstock dijo haber presentado pruebas que indican que el uranio empobrecido, utilizado en las armas para darles mayor poder de penetración, es un peligroso cancerígeno.
La investigación en ese sentido la llevó a cabo el Instituto de Investigaciones Radiobiológicas de las Fuerzas Armadas del Ministerio de Defensa de Estados Unidos.
Según Baverstock, el investigador al frente del estudio de la OMS, Mike Repacholi, se negó, sin embargo, a incluirla en el informe final, publicado en el 2001, con el argumento de que no estaba corroborada por otros informes.
Entrevistado también por la BBC, Repacholi declaró que no quería incluir material de "cuento de hada" en el documento final, que negaba que el uranio empobrecido presentase riesgos importantes para la salud aunque aconsejaba a los ni¤os que evitasen pisar las zonas donde se habían utilizado ese tipo de municiones.
Baverstock acusó, por otro lado, a la OMS de haberle impedido presentar sus propias investigaciones en un documento separado escrito con otros dos colegas.
El experto británico señaló que no se le había dado ninguna explicación, pero expresó su sospecha de que la omisión se debió a presiones políticas. "Es ingenuo pensar que instituciones como las Naciones Unidas están libres de influencias políticas: los Estados miembros tienen sus particulares agendas", señaló Baverstock.
Preguntado si estaba insinuando que la OMS se había visto presionada por países como Estados Unidos, Baverstock respondió: "Sí, creo que ése podría ser el caso".
El responsable del informe final, Repacholi, dijo que la última decisión se tomó en la oficina del director general de la OMS, pero negó que hubiese habido presiones políticas.
Según Repacholi, habría resultado "un tanto extraño" publicar un documento de otro colaborador de la OMS en el que se afirmase justo lo contrario de lo que se decía en el informe oficial.
Sin embargo, de acuerdo con el profesor Randall Parish, del "Isotope Geoscience Laboratory", del Instituto Geológico Británico, el aumento de los casos de defectos de nacimiento y linfomas no Hodgkin en Irak aconseja seguir investigando.
"El incremento de ese tipo de casos especialmente en el sur del Irak y la zona de Basora resulta bastante alarmante según las cifras que hemos visto", señala Parish.
Un portavoz del Ministerio británico de Defensa negó que existan pruebas científicas o médicas que vinculen el uso de uranio empobrecido en el material de guerra con la salud de las personas que viven en el golfo.
"Un incremento de los casos de cáncer entre la población civil de Irak podría deberse a distintas causas como la mejora de los sistemas de diagnóstico, el uso por el régimen anterior de armas químicas contra su propia población o la exposición al humo de los pozos de petróleo incendiados" por los partidarios de ese régimen, dijo el portavoz británico.
Según éste, las armas a base de uranio empobrecido "no son ilegales ni están prohibidas por ningún tratado internacional, incluidas las convenciones de Ginebra".
"Nuestras Fuerzas Armadas merecen el mejor equipo y ningún otro material resulta tan eficaz contra los modernos carros acorazados. No elegir armas con uranio empobrecido expondría a nuestros soldados a mayores riesgos", agregó el vocero británico.
Fuente: EFE
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