El ministro del Interior, Aníbal Fernández, será el encargado de monitorear durante toda la jornada la situación en las distintas provincias y el operativo de seguridad desplegado en el centro de la Capital Federal por la marcha que tendrá lugar desde el Obelisco a la Casa de Neuquén.

También de mantener informado en forma permanente al presidente Néstor Kirchner, que hoy retomó la actividad en su despacho de la Casa Rosada (estuvo desde poco antes de las 8 a las 10.20) después de haber disfrutado de nueve días de descanso en la villa turística de El Calafate.

Poco antes de las 13, el ministro de Educación, Daniel Filmus, llegó a la sede gubernamental para reunirse con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, mientras se sucedían las protestas y llevaban a cabo el paro docente convocado por los gremios del sector.

Hay expectativa de que en el acto que encabezará a partir de las 18 en la sede gubernamental pueda hacer alguna referencia en su discurso a las movilizaciones por la muerte del profesor Carlos Fuentealba y a las críticas que recibió por su silencio en estos días.

La Policía Federal coordinó con las entidades organizadoras de la marcha en el centro porteño (CTA y CTERA) el operativo de seguridad de la movilización, aunque también se dispuso un vallado y custodia especial en la Plaza de Mayo para evitar que algunos

manifestantes intenten llegar hasta la Casa Rosada.

El Gobierno también pidió a las autoridades policiales que dispongan un cordón de efectivos y vallados en las sedes porteñas de las casas de Neuquén, donde concluirá la marcha en Capital Federal, y de Salta y Santa Cruz, indicaron fuentes oficiales.

En Salta y Santa Cruz continúan los conflictos con los gremios docentes en reclamo de aumento salarial.

El Poder Ejecutivo, en cambio, no dispuso la participación de efectivos de gendarmería u otras fuerzas de seguridad nacional para la marcha en Neuquén porque no hubo una solicitud en ese sentido del gobernador Jorge Sobisch, dijeron los voceros gubernamentales.