En vísperas de la elección del sucesor de Fidel Castro, el cardenal Tarcisio Bertone hizo propias las palabras que pronunció hace una década Juan Pablo II y pidió en esta ciudad "que Cuba se abra con todas sus magníficas posibilidades al mundo y que el mundo se abra a Cuba".

El secretario de Estado del Vaticano citó las palabras del extinto pontífice polaco al oficiar una misa e inaugurar un monumento en su homenaje en Santa Clara, centro de la isla, informaron la agencias de noticias ANSA y DPA.

Bertone realiza una visita oficial y pastoral al país que, si bien estaba prevista, coincidió con la decisión de Castro de no volver a ser presidente. En este contexto, adquirieron un significado especial sus palabras convocando a los cubanos a "afrontar retos actuales apoyados en Jesús".

"En este mundo todo acaba. Lo único que jamás se agota es el amor de Dios", dijo Bertone en otro tramo de su homilía, en la que también recordó que "los cristianos estamos llamados no a devolver mal por mal, sino a ofrecer a nuestros semejantes lo mejor que tenemos: el amor de Dios revelado en Cristo Jesús, amor que es más fuerte que cualquier agravio".

"Las circunstancias podrán cambiar, lo que debe permanecer inmutable es nuestra identificación con los sentimientos y las actitudes de Jesús", insistió el alto jerarca de la Iglesia católica, en cuya misa estuvieron presentes como representación oficial el ministro de Cultura, Abel Prieto, y el vicepresidente esteban Lazo.

"Durante las jornadas en que Juan Pablo II estuvo en Cuba (en 1998), el mundo entero pudo seguir con interés y emoción los acontecimientos que aquí se desarrollaban, dándose así un paso en el deseo ferviente que Juan Pablo II expresó apenas llegó: 'que Cuba se abra con todas sus magníficas posibilidades al mundo y que el mundo se abra a Cuba'", dijo Bertone al bendecir el monumento.

Al igual que hiciera en su primera misa pública, el jueves en La Habana, Bertone transmitió la "cercanía espiritual" del papa Benedicto XVI, de quien aseguró "se interesa con paterna solicitud" por el pueblo cubano.

Tras la misa, el secretario de Estado vaticano inauguró un monumento en honor a Juan Pablo II, quien hace diez años pronunció su primera misa en Cuba, el 22 de enero de 1998, precisamente en la ciudad de Santa Clara, sede también del Memorial Ernesto Che Guevara en honor al guerrillero argentino-cubano.

Aunque existen otras esculturas en honor del fallecido Papa en Cuba, ésta es la primera de tal magnitud y que se erige en terreno público y no de la Iglesia cubana.

Santa Clara es la segunda escala de Bertone en su visita hasta el 26 de febrero en Cuba. Este mismo sábado se desplazará a la suroriental Santiago de Cuba, donde celebrará otra misa en el Santuario Nacional de Nuestra Señora del Cobre, como ya hiciera el Papa hace diez años.

Mañana continuará su viaje a la vecina Guantánamo, donde también pronunciará una misa pública. Después de inaugurar el Obispado de la Diócesis local, regresará en horas de la tarde a La Habana, donde el lunes comenzará la parte política de su agenda, con varios encuentros con las más altas autoridades de la isla.

De hecho, se prevé que Bertone sea el primer alto dignatario extranjero que reciba el nuevo presidente cubano. Las apuestas internas y externas para el cargo se centran en el actual gobernante interino, Raúl Castro, con quien el alto cardenal ya tenía agendado un encuentro, al igual que con el canciller Pérez Roque.

En los pasados días en Cuba, Bertone no hizo comentario político directo alguno, limitándose en sus homilías a reiterar los reclamos de la Iglesia cubana, que busca una mayor proyección social con más espacio en los medios de comunicación y en la educación.