Miércoles, 11 de septiembre de 2013 | Hoy
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró que aspira a que "el proceso de reindustrialización no se detenga", y por eso destacó como fundamental fomentar la educación dado que "está intimamente vinculada a la industria y a lo que aspiramos que sea, con recursos altamente capacitados". Cristina también envió "un fuerte saludo a los docentes argentinos" en su día.
La mandataria remarcó que "la reindustrialización de la Argentina a partir de 2003 fue una decisión para sustituir importaciones, generar millones de puestos de trabajo, valor agregado y lograr las cosas que hemos logrado". Añadió que "el modelo elegido para crecer, el de metas de crecimiento, fue exitoso, frente a lo que proponían desde el FMI que implicaba gobernar con metas de inflación".
Ante un auditorio integrado por funcionarios nacionales, gobernadores y empresarios, Cristina destacó que la Argentina creció entre 2003 y 2008 con lo que algunos definían como "viento de cola", pero recalcó que también lo hizo durante los siguientes cinco años en plena crisis global. Al respecto, volvió hacer hincapié en el "crecimiento exponencial de la industria en esta década", que se pudo ver en "ventas récord de autos nuevos y usados", y en el crecimiento del "mayor polo biotecnológico de Latinoamérica en Rosario".
"Todos podemos esforzarnos y tener capacidades, pero si el país no acompaña con un modelo macroeconómico desde el sector empresario o el sector laboral, es imposible", continuó la Presidenta, quien sostuvo que el crecimiento del país "se ha podido mantener en un mundo que se derrumba, aunque muchas veces esto lo ocultan".
Durante su discurso, CFK insistió en que apunta a la "reindustrialización del país a partir de políticas públicas" y destacó que el gobierno nacional logró en los últimos diez años "ampliar el poder adquisitivo de los trabajadores, además de crear millones de puestos".
También se refirió a la deuda y dijo que "dentro de pocas horas, vamos a pagar 2.070 millones de dólares del Bonar VII, un bono de legislación local que es parte de la reestructuración de la deuda". La mandataria se mostró esperanzada "en que puedan entrar al canje los acreedores que no lo hicieron en 2005 o 2010 porque no creyeron o no les convino".
"Hemos abierto por tercera vez el canje de deuda y decidimos dejarlo sin vencimiento y en manos del parlamento para que allí se decida cuándo debe cerrarse o no el canje", remarcó la jefa de Estado.
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