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“Está todo muy parejo. Cuatro o cinco votos pueden definir la elección.” Palabras más o menos, la frase resume lo que repiten docentes y alumnos de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) cuando piensan en la elección del futuro rector. En la casa de estudios más antigua del país, fundada en 1613, la asamblea universitaria se hará la semana que viene y los candidatos son dos. En la esquina oficialista, el actual rector, Jorge González, respaldado por una alianza de radicales, peronistas y sectores de derecha. En el rincón opositor, la decana de Filosofía, Carolina Scotto, postulada por un frente de centroizquierda.
En la universidad donde estudian más de cien mil alumnos, los rectores tienen mandato por tres años y pueden ser reelectos. Esa es la intención del radical González, que asumió en 2001 y ocupará el cargo al menos hasta abril próximo. Todo indicaba que la asamblea que elegirá a su sucesor o a su continuidad se realizaría a principios de 2004, pero el oficialismo decidió adelantar la sesión para el sábado 22.
La definición de quién ocupará la Casa de Trejo (rectorado) estará en manos de los 228 miembros de la asamblea: consejeros docentes, alumnos, graduados y no docentes de las doce facultades, además de los respectivos decanos. Para poder sesionar, la asamblea requiere la presencia de la mitad más uno de los miembros. Será ungido el candidato que, en primera o segunda vuelta, obtenga el voto de la mayoría absoluta de la asamblea, es decir, de la mitad más uno de los 228 asambleístas. De no ocurrir esto, la tercera vuelta se limitará a los dos candidatos más votados y no se permitirá el voto en blanco. Si aun así nadie consiguiera la mayoría absoluta, la cuarta vuelta consagrará al que atraiga a la mitad más uno de los presentes. Ante otra ronda frustrada, deberá convocarse una nueva asamblea.
“Cansados de las prácticas corruptas y clientelares de la política que durante los últimos años han impregnado nuestra sociedad y de las formas particulares que esas prácticas han asumido en la UNC.” Así se definen los universitarios opositores al gobierno de González. En ese bloque se reúne un amplio frente de centroizquierda, conformado por las mayorías docentes de las facultades de Filosofía, Ciencias Económicas, Psicología y parte de Arquitectura. También se sumó el apoyo de sectores radicales de Ciencias Químicas. La candidata es Carolina Scotto, 46 años, doctora en Filosofía e investigadora del Conicet.
El proyecto presentado por la oposición incluye, entre otras propuestas: “defender la gratuidad de la educación superior” y reclamar más presupuesto; combinar alta calidad académica con políticas de inclusión y contención estudiantil; recuperar los salarios docentes; administrar los recursos en forma “transparente, racional y participativa”; establecer incompatibilidades entre los cargos de gestión y la participación en órganos colegiados; promover nuevas carreras de grado; “desligar la generación de recursos propios de las tasas y aranceles” que pesan sobre alumnos y egresados; repensar las estructuras de gobierno y los mecanismos de representación; y discutir un nuevo régimen para la elección de autoridades, limitando la reelección hoy indefinida. “Estamos más cerca de lo que creíamos. Hemos superado los 110 votos y son 115 los que hacen falta para ganar”, dijo a Página/12 una dirigente opositora.
Con sustento en la autodenominada megaalianza, un ensamblado de radicales, justicialistas y grupos de derecha, el oficialismo también confía en tener unos 120 votos. El apoyo docente proviene de las facultades de Ingeniería, Medicina, Derecho, Odontología, Lenguas y Matemática. El rector Jorge González tiene 73 años, es ingeniero civil y fue decano de Ciencias Exactas, además de funcionario provincial.
La extensa plataforma del oficialismo abunda en sus logros y postula seguir el mismo rumbo. En política económica, indica que la prioridad será el pago de salarios, seguida por el apoyo a las actividades científicas,un plan de infraestructura, aumento de las dedicaciones docentes y “posibles mejoras salariales”. En otros rubros se propone continuar con el desarrollo de medicamentos genéricos; colaborar con organismos sociales a través del Programa Universidad Solidaria; proseguir con la administración centralizada de becas de ayuda económica; concluir el equipamiento del Hospital de Clínicas; y crear un Museo de Ciencias Naturales. Y en política científica, el proyecto sugiere profundizar el modelo de investigación en red; ampliar las becas dirigidas a jóvenes; y adquirir equipos para mejorar la competitividad de los grupos de investigación.
Al margen de las dos opciones mayoritarias, un grupo de asambleístas de izquierda se plantó bajo el rótulo Opción Universitaria. “Queremos ciudadanía universitaria para todos los docentes y voto directo para elegir autoridades”, explicó Raúl Gómez, consejero de Psicología. Ofrecieron su apoyo a la oposición sólo si media un compromiso de modificar el estatuto en la inminente asamblea y convocar a elecciones en marzo. Mientras corre el reloj, los acuerdos y negociaciones se multiplican rastreando votos.