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El extenso debate por el Presupuesto 2004 sirvió para dar cuenta del papel secundario que el PJ le quiere imprimir al Parlamento para los próximos años. Y esto se notó cuando el oficialismo aprobó –con la ayuda de la UCR– el polémico artículo 13 por el cual se delegó a la Jefatura de Gabinete la potestad de reestructurar el Presupuesto.
Desde el punto de vista político, el debate sirvió para que el oficialismo desnudara su decisión de convertir al cuerpo en una cámara de eco del Ejecutivo. Sin duda, la prueba de ello fue el artículo 13 del Presupuesto que desde el mismo momento en que el proyecto ingresó a Diputados generó polémicas. El texto original rezaba de la siguiente forma: “Facúltase al señor jefe de Gabinete a disponer de las reestructuraciones presupuestarias que considere necesario dentro del total aprobado por la presente ley, sin sujeción al artículo 37 de la ley 24.156, salvo para realizar compensaciones entre finalidades dentro de cada jurisdicción o entidad”.
La preposición separativa “sin” fue la que levantó las mayores críticas durante el tratamiento en la Comisión de Presupuesto. Es que para la oposición esto implicaba que el jefe de ministros, Alberto Fernández, podrá disponer de los fondos sin la necesaria aprobación del Congreso, incluso para desembolsos no previstos en el pago de la deuda externa en el marco de la negociación que se lleva adelante. Pues bien, fruto de negociación entre los bloques el oficialismo accedió a modificar la redacción y cambió el “sin” por el “con”. Así el cuerpo recuperaba su rol de contralor. Pero allí no terminaba la historia.
Durante el debate en particular de los artículos del proyecto, el tema del artículo 13 volvió a surgir. Varias fueron las voces que se escucharon en contra de este caso. Hasta allí, el PJ se mantuvo en silencio. Todo cambió cuando la diputada del ARI Elisa Carrió dijo que “no es que la delegación de facultades está prohibida para los malos y admitida para los buenos. La concepción republicana es que la delegación de facultades es mala per se porque roba atribuciones a uno de los poderes del Estado. Entonces, no es contra un gobierno, no es contra un presidente, es preservación del rol institucional del Parlamento”. La frase provocó la inmediata reacción del jefe del bloque oficialista, José María Díaz Bancalari, quien anunció la decisión de retornar al texto original. Poco después, el presidente del cuerpo, Eduardo Camaño, llamó a votar. El PJ se impuso por 90 a 74. Apenas un minuto antes, 23 diputados de la UCR prácticamente huyeron de sus bancas favoreciendo el resultado favorable, desoyendo la propuesta de Carrió y del radical tucumano Carlos Courel de dejar sin quórum la sesión.
Si bien el jefe del bloque radical, Horacio Pernasetti, negó de manera terminante la existencia de un acuerdo previo para la desaparición de legisladores de la UCR, sin embargo, integrantes de su bancada aseguraron a este diario que tal decisión respondió a un acuerdo alcanzado entre el titular de la UCR, Angel Rozas, con el jefe de Gabinete Fernández, a cambio de obras públicas para la provincia del Chaco. “Con esta actitud no creo que Rozas consiga el apoyo para seguir siendo presidente del partido”, indicó uno de los indignados radicales.