Cuando todo parecía estancado, las negociaciones para destrabar el conflicto en la UBA reflotaron en las últimas horas. Fue a partir de una propuesta surgida desde el Ministerio de Educación, la sugerencia de un nombre de posible consenso como candidato a rector: Carlos Cruz, profesor de la Facultad de Derecho, de buenas relaciones con el Gobierno. Aunque por ahora es sólo una alternativa, la propuesta generó bastante ruido dentro del bloque de radicales, peronistas y aliados que ayer postuló a Atilio Alterini y hoy postula a Alberto Boveris. Cruz integra ese bloque, pero a la vez tiene contacto con sectores del espacio contrario, cuyo candidato es Alfredo Buzzi.

Un indicio de que se reanudaban las discusiones para intentar –por sexta vez– elegir al rector de la Universidad de Buenos Aires se había producido anteayer. Fue cuando la comisión de interpretación y reglamento del Consejo Superior elaboró un dictamen que, primero, considera que “los impedimentos para la elección de rector lesionan la vida democrática” y afectan “la calidad y la gestión institucional”. Y, luego, le encomienda al vicerrector Aníbal Franco realizar “las consultas necesarias para que, en un tiempo razonable, presente al Consejo Superior un proyecto de convocatoria a asamblea universitaria en la que se expresen fecha, lugar y condiciones para su efectiva realización”. Si bien la propuesta fue presentada en la comisión por decanos y consejeros vinculados con Boveris, decano de Farmacia, y por él mismo, también fue apoyada por consejeros del espacio construido en torno de Buzzi, decano de Medicina. “Comparto el criterio del dictamen –dijo Buzzi–. Hay que normalizar la universidad y la asamblea es el único camino. Esperamos que se pueda reunir como máximo en octubre.”

El asunto será tratado en la próxima sesión del Consejo Superior, el miércoles que viene. Pero antes, el lunes, habrá una reunión de los decanos convocada por el vicerrector. Se planteará la situación presupuestaria –aún complicada, pese al incremento de fondos cedido por el Gobierno– y también la crisis política e institucional. Junto con Franco, el bloque de radicales y peronistas insiste –y lo repetirá en esa reunión– en la necesidad de designar una serie de funcionarios transitorios para gestionar la UBA mientras se resuelve el conflicto. El resto de los sectores se opone y reitera que primero hay que elegir al rector.

La otra chance que hasta el momento se ha discutido sin suerte es la de encontrar un programa y una candidatura de amplio consenso para superar una crisis tan profunda y prolongada y poner de un mismo lado a las facultades que están con Boveris (Derecho, Farmacia, Económicas, Psicología, Odontología, Ingeniería, Veterinarias) y a las que están con Buzzi (Medicina, Sociales, Arquitectura, Filosofía y Letras, Exactas y Agronomía), más afines al kirchnerismo.

La posibilidad ganó aire con el nombre de Cruz, que fue propuesto por un funcionario de la Secretaría de Políticas Universitarias. Sobre todo, porque el ex titular de la editorial Eudeba es actualmente consejero por la mayoría de profesores de Derecho –la facultad que conduce Alterini– y, la vez, es también hombre de consulta en asuntos jurídicos para la Jefatura de Gabinete y para el Ministerio de Economía. En el rectorado, ayer hubo una larga reunión entre referentes del bloque que encabezan Franco y Boveris. Algunos desestimaron la sugerencia del candidato, otros aceptaron evaluarlo. Pero no tomaron ninguna decisión.

Claro que aun cuando se consensuara una candidatura, si bien cambiaría el escenario político, persistiría la resistencia de la izquierda estudiantil. “Nuestra postura sigue siendo que la asamblea debe sesionar para tratar la democratización del estatuto universitario y enfrentar la crisis presupuestaria. Recién después se podría elegir un rector”, dijo Martín Bustamante (CEPA), uno de los copresidentes de la FUBA. La federación –que ya frustró cinco veces la elección del rector– anticipó que sus consejeros no participarán de la próxima sesión del Consejo Superior, porque desconocen al vicerrector, aunque sí se movilizarán para presenciarla.