SOCIEDAD › LAS AEROLINEAS TAMBIEN ADVIERTEN SOBRE LA INSEGURIDAD

Quejas que llegan del cielo

En una jornada del Transporte Aéreo, las compañías denunciaron que los aeropuertos del país “no siempre garantizan las mejores condiciones de operatividad”. La polémica por el Aeroparque.

 Por Cledis Candelaresi

Aunque en términos relativos la situación operacional de los aeropuertos argentinos en los últimos seis años mejoró, no escapan del paupérrimo cuadro que caracteriza a toda la región, detallado ayer por el responsable de IATA para América latina y el Caribe, Patricio Sepúlveda. En el último año, las aerolíneas presentaron 82 denuncias ante esa organización internacional por falencias en las estaciones aéreas, de las cuales sólo 18 dieron lugar a una investigación con miras a subsanar el problema. En la Argentina, la principal cuestión pendiente sigue siendo la inconveniente localización del aeroparque metropolitano, que se agrava con la proliferación de altas torres en Puerto Madero.

“No hay nadie que pueda garantizar que está realmente impedido el acceso terrorista a una estación aérea de la región”, dramatizó ayer Sepúlveda durante una exposición pública, mientras proyectaba fotos con las pruebas de los problemas que aquejan a las estaciones aéreas: desde pistas inundadas a aves atascadas en el tren de aterrizaje. “Hubo muchas inversiones en el interior de los aeropuertos, que tienen instalaciones confortables y atractivos duty free, pero no siempre garantizan las mejores condiciones de operatividad”, se quejó ayer ante el auditorio de la Primera Jornada de la Industria del Transporte Aéreo y Viajes, un evento que reunió a todas las partes involucradas de la actividad.

Según precisó luego ante Página/12 el responsable de la región de IATA –-Asociación Internacional del Transporte Aéreo, que nuclea a más de 260 aerolíneas–, los principales problemas acusados por las compañías aéreas están referidos a las dificultades de comunicación entre los operadores de las torres y los pilotos, básicamente por el deficiente manejo del inglés en los técnicos latinoamericanos. A esta falencia se añade la “deficiente separación de los vuelos”, por la que se ordena la llegada de las aeronaves, también derivada de la presunta falta de capacitación adecuada del personal responsable de proveer este servicio. A esto se le añadieron otros problemas casi más burdos y visibles, como el acceso peatonal a las pistas (indicio de la supuesta facilidad de la que dispondría un terrorista para llegar a donde le plazca) o la inapropiada señalización de las pistas.

Las principales denuncias involucran a estaciones de Brasil y Colombia pero, según precisa Sepúlveda, no porque sean necesariamente las más vulnerables, sino porque reúnen el mayor caudal de tráfico, lo que multiplica las chances de problemas, básicamente detectados en los aeropuertos “secundarios” o del interior. La Argentina tiene una situación relativa favorable. Según resulta de las inspecciones periódicas que técnicos de la IATA realizaran a seis aeropuertos del país desde 1999, sus condiciones operativas habrían mejorado. Sin embargo, queda mucho por hacer.

Rafael Schartzman, responsable de IATA para Argentina, Paraguay y Uruguay, apunta al aspecto económico de los aeropuertos, como el valor relativamente alto de las tasas que deben tributar las aerolíneas. “Estamos muy preocupados porque los aeropuertos, que son de naturaleza monopólica, tengan un manejo transparente y de eficiencia para no trasladarles ese costo a sus usuarios”, advirtió ante este diario, aunque omitió cualquier juicio sobre Aeropuertos Argentina 2000.

Durante el evento no pudo soslayarse una referencia a la controvertida ubicación urbana del aeroparque Jorge Newbery. El brigadier Carlos Matiak, titular del Comando y uno de los panelistas, aclaró que no era materia de competencia militar disponer una reubicación, aunque aclaró que la Fuerza Aérea advirtió más de una vez que resultaba necesaria. Descartada esa decisión por la autoridad civil, el camino elegido fue el de ejecutar obras paliativas, algunas a cargo del gobierno de la ciudad, como las de infraestructura. Otras, en manos de AA2000, que comenzarían después de éstas, como el alargamiento de cabeceras y ensanchamiento de pistas, construcción del cerco y nueva calle de servicio perimetral, entre otras. Amén de la resuelta expulsión de estaciones de servicio y casillas de gas próximas. Por ahora, todos planes.

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La principal cuestión pendiente sigue siendo la inconveniente localización del Aeroparque.
Imagen: Bernardino Avila
 
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