Virginia González Gass es la primera mujer en dirigir el Colegio Nacional de Buenos Aires, en sus 144 años de historia. Licenciada en Letras y docente de la escuela desde 1995, la nueva rectora asumió el lunes pasado, lejos del conflicto que atraviesa la otra institución preuniversitaria que depende de la UBA, el Carlos Pellegrini (ver aparte). González Gass logró consensuar con los estudiantes una serie de transformaciones a instrumentar en el colegio: la principal, la puesta en marcha de un consejo resolutivo con participación de toda la comunidad.

–¿Cuáles fueron las bases del acuerdo que firmó con los alumnos?

–El proyecto de común acuerdo que hicimos con los chicos en realidad es un acta de compromiso. Los chicos reclamaban puntos que estaban en mi proyecto para el colegio, por eso les planteé que no tenía sentido que lo firmara nuevamente, porque ya me había comprometido al escribirlo, y que era necesario en todo caso redactar un acta que comprometiera a todos los sectores del colegio a plasmar un cambio. También les dije que yo no podía asegurar que mis discusiones y luchas avanzaran por sí solas, sino que necesitaba la ayuda de todos. Esa fue la idea, a la que le agregué un punto: agotar todos los canales de diálogo antes de tomar una decisión tan extrema como una toma. Es complicado porque estamos con el cierre de un trimestre y los alumnos ya perdieron dos días.

–¿Y cuándo empieza a regir el acuerdo?

–Ya empezamos a reunirnos con los chicos en el antiguo consejo asesor y, desde allí, planteamos entre todos que le teníamos que hacer una serie de modificaciones y elevarlo al Consejo Superior. Entre otras cosas, planteamos el ingreso de los no docentes al consejo y qué tipo de medidas podríamos tomar con los alumnos. También incorporamos a los padres a través de la cooperadora, por lo tanto ellos también están contenidos en este espacio.

–¿Cuáles serían las medidas en las que los alumnos no podrían participar?

–Estamos evaluando cuáles son las limitaciones en cuanto a que un adolescente, un alumno, es menor de edad. Es decir, si puede votar o no puede votar, cuáles son los límites. Este es el primer paso que estamos dando: qué es lo que vamos a modificar y cómo. Este sería el marco, porque lo que estamos proponiendo es un consejo asesor ad referéndum del Consejo Superior. No es necesario ser una unidad académica para que funcione un consejo de carácter resolutivo. Por lo tanto, vamos a pensarlo y durante la semana se lo elevaremos al Superior... Uno de los logros que me gustaría ver cuando finalice mi gestión es el reconocimiento del colegio como unidad académica, en la que todos los actores de la comunidad educativa estén representados, porque la participación de todos en la toma de decisiones es fundamental.

–¿En qué condiciones recibe el colegio después de los 23 años de gestión de Horacio Sanguinetti?

–Desde lo académico es indudable que el colegio ha mantenido un nivel muy alto, y esto tiene que ver con su gestión. Porque dentro de la situación de crisis educativa como la que tuvimos, con la implementación de la Ley Federal de Educación, en el colegio nunca se aplicó y fue gracias a la actitud del doctor Sanguinetti. Sí creo que habría que ampliar otros espacios como el diálogo con los alumnos, este tipo de cosas sí deberían desarrollarse más.

–¿Qué opina del cambio que dispuso el Consejo Superior de la UBA al reducir el tiempo de gestión de los rectores de 7 a 4 años?

–Bueno, yo propuse en el proyecto que presenté que 4 años es un proceso muy corto, más relacionado con los tiempos de las facultades. Allí el proceso educativo se extiende alrededor de 4 años, pero en los secundarios comienza en el ingreso y termina en el 5º año, o en el 6º, es decir que el proceso dura 6 o 7 años. Y así no se puede verificar si el proceso educativo es bueno porque no se llega a ver el resultado.

–¿El curso de ingreso al colegio va a sufrir alguna modificación?

–Tenemos que implementar un ingreso diferente, en el que lo primero que hay que hacer es separarlo del Pellegrini, porque allí el enfoque es comercial. Los objetivos de la escuela de comercio y los nuestros son muy diferentes. Y entre todos tenemos que discutir un ingreso que sea más adecuado, que no sea sólo un filtro, sino que también sea adecuado para las características de este colegio.