China inaugurará los Juegos Olímpicos más polémicos y politizados de las últimas décadas con una espectacular ceremonia en las que se aliarán la tradición milenaria y el deseo de modernidad del país más poblado del mundo. A las ocho y ocho minutos de la noche de hoy, 8 de agosto, hora elegida acorde con la arraigada superstición china que considera que este número está asociado a la felicidad, comenzará en el futurista estadio nacional de Pekín, el Nido de Pájaros, esta fiesta de más tres horas de duración en las que se mezclarán la exaltación patriótica y el deseo de apertura de China al mundo. Televisan Canal 7, desde las 9, y TyC Sports, desde las 8.

Unas 70.000 personas, entre atletas, actores, estudiantes, militares y otros participantes, estarán implicadas en esta colorida producción. Otras 90.000 la presenciarán en las tribunas del estadio, contando público e invitados, y miles de millones en todo el planeta la seguirán por televisión.

Pese a que muchos retrasaron el anuncio de su venida tras la violenta represión de las protestas en el Tibet en marzo pasado, decenas de jefes de Estado y de gobierno estarán presentes en el palco de honor, entre ellos los presidentes de Estados Unidos, George W. Bush, de Francia, Nicolas Sarkozy, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.

Tras una breve ceremonia de bienvenida, con izamiento de la bandera china e himno nacional, llegará un espectáculo de casi una hora dirigido por el aclamado cineasta chino Zhang Yimou (La linterna roja) y cuyas primeras imágenes “robadas” durante un ensayo por una televisión surcoreana circularon la semana pasada por Internet.

“Mostraremos la larga historia antigua de la nación china, la espléndida cultura, así como los logros de la reforma y lo que el moderno pueblo de China puede ofrecer al mundo”, declaró Zhang Heping, director del departamento de ceremonias del comité organizador (Bocog).

Al final del espectáculo, los organizadores presentarán por primera vez al mundo la canción oficial de los Juegos, en una versión interpretada a dúo por la cantante británica Sarah Brightman y el chino Liu Huan, famosa estrella del pop local.

Podrá empezar entonces la parte oficial y pautada de la ceremonia con el tradicional desfile de las delegaciones, encabezado como siempre por Grecia, cuna del olimpismo y primero de los 205 países o territorios que participarán en estos Juegos. Emanuel Ginóbili será el abanderado de la delegación argentina.

La delegación anfitriona, que aspira a terminar este año por primera vez en lo más alto del medallero final, por delante de Estados Unidos, cerrará la marcha con un número sin precedentes de atletas, 639 atletas, y un abanderado seguramente de lujo: la estrella de la NBA y del baloncesto local Yao Ming.

Tras casi de tres horas de ceremonia, el presidente chino Hu Jintao declarará abiertos los Juegos de la XXIX Olimpíada, y podrá revelarse otro de los grandes secretos de la velada con la entrada de la antorcha olímpica en el estadio.

La prensa china especula desde hace días con el nombre del último relevo de la antorcha que encenderá el pebetero donde arderá la llama olímpica hasta la clausura de los Juegos, y la rumorología parece decantarse por uno de los numerosos niños que perdieron a sus padres en el mortífero terremoto que golpeó la provincia de Sichuán el 12 de mayo, con un saldo de 70 mil muertos.

Otro tema de preocupación es la climatología, pero los organizadores se han declarado optimistas. “Hasta donde sabemos, no habrá fuertes lluvias”, declaró Zhang, aunque poco después precisó que existe el riesgo de precipitaciones moderadas.

Si la lluvia no se inmiscuye, un gran espectáculo de 29.000 fuegos artificiales, de los que los chinos son grandes maestros, iluminará con sus colores la noche de Beijing y cerrará la fiesta que dará paso el sábado al inicio oficial de las competencias.