“Para mí, lo más importante es jugar al fútbol, no importa dónde”, manifestó ayer Ariel Ortega, cuando fue presentado como flamante refuerzo de Independiente Rivadavia, de Mendoza, club con el que jugará el campeonato de la Primera B Nacional y que le permitirá realizar al mismo tiempo un tratamiento en Chile contra su adicción al alcohol, que lo llevó a ser marginado de River. El jugador recibirá un millón de dólares por los diez meses de contrato.

“Estoy muy contento de estar en Mendoza, muy feliz. Daniel Vila (presidente del club mendocino) tuvo un gesto que se lo voy a agradecer de por vida porque no muchas personas hacen lo que él está haciendo por mí. Ojalá pueda retribuir esta apuesta jugando al fútbol y consiguiendo las cosas que le prometí”, dijo el Burrito durante su presentación oficial como refuerzo del conjunto que dirige el ex Vélez Roberto Trotta.

Ortega, que recién el lunes comenzará a entrenarse con su nuevo club, aprovechó los micrófonos para pegarle al entrenador de River, Diego Simeone, y también a los dirigentes del equipo millonario. “Los que se preocupan por mi salud y mi vida son mis tres hijos y mi esposa. Lo que diga esa persona (por Simeone) me tiene sin cuidado”, apuntó y agregó: “En el momento en que tienen que hacer una cosa, hacen otra. Sólo pido que digan la verdad, nada más. Todos saben lo que siento por River, la camiseta y los hinchas”.

El atacante aprovechó la ocasión para agradecerle su apoyo al entrenador Daniel Passarella, quien, según el futbolista, contribuyó para que su pase al equipo mendocino se concrete rápidamente.

Por su parte, Trotta se mostró contento con la flamante incorporación de su equipo y sumó críticas contra River, por la actitud que el club tomó para resolver el problema Ortega. “En River siempre vi que pasan cosas raras, ésta es sólo una más, no me parece bien que a los ídolos del club se los deje de lado”, comentó el DT y aclaró: “Acá (Ortega) no necesita permisos especiales para hacer lo que tenga que hacer”.