Llega el momento de la definición, el de la más apretada definición que haya tenido un campeonato oficial de fútbol argentino en 40 años. Tigre y San Lorenzo abren esta tarde el triangular que decidirá al campeón del Apertura 2008, un minitorneo del que, además, participa Boca. Y con el sorteo impuesto el domingo en la AFA se abren distintas posibilidades de acuerdo con el resultado de este encuentro de hoy, teniendo en cuenta el programa que sigue. Está claro que no hay especulación posible, que no sirve sumar puntos sino ganar, que un empate significa dejar aspiraciones por el camino. Pero los dos equipos llegan con sólo tres días de descanso aunque con todos los titulares enteros –pese a que el entrenador de Tigre, Diego Cagna, no confirmó a los suyos (“al equipo lo vamos a confirmar una hora antes del partido. No sabemos cómo se dará cada encuentro en el triangular, pero tenemos que disfrutarlos”)–, los mismos que vencieron el domingo a Banfield y Argentinos, respectivamente.

Lo que sucedió en la primera fecha del Apertura, cuando el equipo de Victoria venció como visitante al de Boedo, tiene poco que ver como antecedente con el momento que viven ambos equipos. San Lorenzo disfruta de un mayor poder de juego, pero el equipo que hoy será local en Racing se constituye como una formación aguerrida y eficaz, difícil de vencer. Por eso es lícito preguntarse, a partir del incierto pronóstico del encuentro de esta tarde, qué escenarios abre el resultado.

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Si gana Tigre

La conclusión inmediata es que con el triunfo del conjunto de Cagna, la definición del triangular se prolonga indefectiblemente al tercer partido, ya que San Lorenzo pierde la chance de ganar anticipadamente el título. Tigre dispondría entonces de seis días para descansar, preparando el último partido del triangular frente a un rival como Boca que va a llegar más cansado al haber jugado tres días antes. En ese caso, tendrá las mejores cartas en su mano para lograr el primer título de su historia profesional. La conclusión indirecta es que, de producirse este resultado, San Lorenzo deberá extremar sus recursos para vencer a Boca jugando su tercer partido en siete días, lo que supone un esfuerzo tremendo.

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Si gana San Lorenzo

En este caso, se reaviva la posibilidad de que el conjunto de Boedo pueda adelantar su consagración, tornando innecesaria la disputa del último encuentro del triangular si le gana a Boca el sábado en la cancha de Racing. El triunfo pondría al conjunto que dirige Miguel Angel Russo a un paso del undécimo título del club en el profesionalismo, pero condicionado a cómo llegue físicamente a la disputa del encuentro en Avellaneda. El técnico Russo y sus jugadores se sienten perjudicados por el sorteo del triangular y una posible victoria muestra hasta qué punto ese argumento tiene valor: si el que jugara el segundo partido fuera el perdedor del primero (en este caso sería Tigre), San Lorenzo tendría a su favor esos seis días de descanso (los que sí gozará el equipo de Victoria) para esperar una definición. De todas maneras, se supone que un triunfo esta tarde podría estimular a los jugadores a un nivel tal que les haría olvidar el cansancio en procura del objetivo del título.

3
Si se produce un empate

No hace falta ser un entendido para darse cuenta de que, en este caso, el favorecido no es ninguno de los rivales de esta tarde, sino Boca. La igualdad obliga a San Lorenzo a salir a jugarse con todo por la victoria el sábado, en condiciones físicas menos ventajosas que las de su rival. Tigre está obligado, por su parte, a esperar esos seis días de descanso con la posibilidad de jugar el partido definitorio en condición desventajosa, tanto si el sábado gana San Lorenzo como si lo hace Boca, ya que llegará abajo en los puntos y con mayor necesidad de triunfo.

El juego está servido. Tres partidos para un solo campeón y una definición absolutamente transparente.