Para tanta pasión no alcanzaron las entradas. Por eso en poco menos de cuatro horas, los hinchas de Tigre agotaron ayer las 10.900 localidades que se vendieron en el estadio Monumental de Victoria para el partido de esta tarde ante San Lorenzo. La venta en general fue ordenada y custodiada por efectivos de la Policía Bonaerense, aunque cuando se anunció que no quedaban más entradas populares, se produjeron algunas corridas y empujones. Las vallas de contención no soportaron la masiva concurrencia del público de Tigre, que se quejó por la rapidez en que se agotaron las pocas entradas, sin embargo los disturbios no pasaron a mayores. De este modo, muchos hinchas que quisieron comprar una general tuvieron que desembolsar más dinero y adquirir una platea. Se vendieron en total 4700 generales, 3500 plateas altas y 2700 plateas bajas.