“Robo”, “trampa”... políticos franceses y ciudadanos expresaron su indignación tras la clasificación de Francia para el Mundial gracias a la mano de Thierry Henry. “Es un escándalo, una vergüenza con mayúsculas”, dijo indignado Thierry Roland, uno de los relatores de fútbol más conocidos en Francia en declaraciones al canal I-Telé, que sin cesar emitió imágenes de la mano del atacante francés. “Fue una gran suerte tener que enfrentarnos con los irlandeses que son simpáticos, porque si hubiese sido otro país, más caliente, habría habido muertos en el estadio”, agregó el periodista, conocido por sus comentarios chauvinistas. Otro gran especialista de fútbol, Jacques Vendroux, confesó que se sentía “muy incómodo” por esa mano “deliberada” de Henry.

Una vez que el árbitro marcó el final del partido, la floja presentación francesa, que en este mismo campo ganó la Copa del Mundo de 1998, y la “mano de Dios”, esta vez de Henry, dominaron los comentarios en bares y en la prensa. Más de 11,7 millones de teleespectadores siguieron el partido Francia-Irlanda.

La polémica alcanzó inclusive el ambiente político. La ministra francesa de Deportes, Roselyne Bachelot, no dudó en dirigirse directamente al técnico de la selección francesa, Raymond Domenech, y reclamarle mejor juego en el futuro. “El equipo de Francia apareció absolutamente asfixiado y ganó un partido hueco gracias a un grosero error de arbitraje”, afirmó.

En Internet, los franceses de a pie expresaron también su sentimiento. El sitio Facebook de Thierry Henry fue literalmente asaltado por sus seguidores: algunos saludaron al mayor goleador de Francia y otros no dudaron en tacharlo de “ladrón” o de “tramposo”. En el sitio web del gobierno francés dedicado a debate sobre la “identidad nacional” francesa, el tono fue más bien político e irónico.

A la pregunta ¿Qué es para usted ser francés? un internauta respondió ayer: “Significa clasificarse para la Copa del Mundo con la mano y con la aprobación de nuestro presidente”, Nicolas Sarkozy, que estuvo en el partido.

Políticos de derecha y de izquierda opinaron públicamente sobre el resultado. “Estoy aliviado, pero no me siento orgulloso”, dijo el secretario francés de Estado para el Empleo, Laurent Wauquiez. El dirigente de derecha Philippe de Villiers pidió inclusive a Domenech que manifestara “públicamente” su pesar ante Irlanda. “Somos un país extraño, donde inclusive cuando nos hemos clasificado, debatimos y estamos tristes”, estimó el socialista Manuel Valls.

“La mano de Thierry Henry es el colmo de la suerte –comentó el eurodiputado ecologista Daniel Cohn Bendit–. Lo que más me aterró no fue la mano –eso les ocurre a los más grandes como a Maradona–, lo horrible fue la manera en que jugó el equipo francés”, sostuvo al recordar el gol de Diego Maradona frente a Inglaterra en el Mundial de México en 1986.