–¿Si Argentinos sale campeón es un batacazo?

–Para mí no. Tenemos una posibilidad matemática muy clara, nos separa un punto de Estudiantes y, por el nivel de juego que mostramos en este campeonato, se nos puede dar. Ningún equipo fue más que nosotros a lo largo del Clausura y eso hace que nos ilusionemos. Vamos a dar pelea hasta el final, de eso estoy convencido.

–¿Cuándo se dieron cuenta de que podían quedarse con el título?

–Los últimos dos partidos que jugamos fueron fundamentales para que este grupo se convenciera. Contra Gimnasia, reaccionamos cuando nos empataron y ganamos 3-1, y el domingo pasado le ganamos 2-1 a San Lorenzo, un grande y en su cancha, sobre la hora. Fueron dos resultados decisivos para nosotros.

–¿Pelear el campeonato es el objetivo que se habían fijado al principio?

–La verdad que no. La idea era sumar 50 puntos en la temporada para acrecentar el promedio. Pero terminamos con 67 y clasificados a la Copa Sudamericana. Una cosa llevó a la otra, algo que en el fútbol argentino es muy común.

–¿Eso habla bien o mal del nivel que tiene el campeonato local?

–No me parece que hable mal. El torneo es muy parejo, eso está claro, pero lo que demuestra esta campaña que hicimos es que si se trabaja bien y no se hacen locuras, se alcanzan los objetivos y se puede ir por más. Eso es algo muy positivo para los clubes chicos. Los campeonatos ganados últimamente por Estudiantes, Lanús, Vélez y Banfield muestran que el fútbol argentino es uno de los más igualitarios del mundo. Está bueno que los campeones no sean siempre Boca, River o algún otro grande.

–¿Y por qué cree que los grandes quedaron lejos en la pelea por el campeonato?

–Hace años que los clubes como Boca y River privilegian mucho el tema de vender jugadores al exterior y, a mi entender, lo único que consiguen es apurar los tiempos de los jugadores. Así es como no se pueden formar equipos competitivos. No hay tiempo suficiente para que haya recambio, y las consecuencias están a la vista.

–¿Los clubes chicos trabajan mejor?

–En varios equipos chicos, y algunos otros que no son considerados como grandes, se prioriza el surgimiento de jugadores en la divisiones inferiores y se fijan plazos más largos. Es una tendencia que viene desde hace varias temporadas. En definitiva, es lo que hicieron Vélez y Banfield, que ganaron los dos últimos campeonatos.

–¿Qué implica para usted tener que pelear un título frente a Estudiantes, el club del que es hincha y donde jugó durante tantos años?

–Lo que viví en Estudiantes, sobre todo en los últimos años, nadie me lo va a quitar, así como lo que siento hacia el club. Pero ahora me debo a Argentinos, tengo que defender esta camiseta y voy a tratar de dar todo para salir campeón.

–¿Le dolió no haber podido terminar su carrera en Estudiantes, tal como había anunciado el año pasado?

–A veces, uno piensa que las cosas deben darse de una manera, pero terminan dándose de otra. Igual ya es una etapa superada. Quiero mirar para adelante y listo. No le guardo rencor a nadie.

–Muchas veces, en el ambiente del fútbol se habla de “tener códigos”, ¿qué significa eso?

–No sé, no hablo tanto de códigos, para mí lo importante es tener conducta e ir de frente. Las cosas pasan por ahí. De esa forma actué siempre y, más allá de alguna bronca que me ligué por mi forma de ser, mal no me fue en todos estos años.

–¿Qué es lo más favorable que tiene Argentinos en esta pelea con Estudiantes por el campeonato?

–Si bien tenemos por delante dos partidos bastante complicados (Independiente y Huracán), lo más importante es que cumplimos los objetivos que nos habíamos fijado. Ahora vamos por más. No tenemos nada que perder y muchas ganas de lucharla hasta el final, y eso siempre es peligroso.