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Valía la pena esperar tanto. Al final se hizo, pero... los muchachos nos hicieron sufrir.

Claro que cuando los altoparlantes nos anunciaron que jugaba Sócrates para los griegos ya nos abrochamos bien los pantalones. El partido fue toda una larga espera: tomala vos, dámela a mí. Hasta casi el final. Claro, todo dentro de cierta belleza de pases, de gambetas, pero todo muy estéril. Mucho amor, mucho amor, pero no pasa nada... Hasta que Demichelis (se ve que juega en el Bayern, por algo será) nos hizo volver a la tranquilidad, a no morder más yum-yum y a prepararnos un champagnito. Y luego lo de Palermo. Por algo será. Habría que meterlo siempre, los últimos diez minutos, sólo los últimos diez, porque siempre se va a mandar el tacazo o el puntín o meter la zabeca para llegar a la red. El está allí, está en el gol, aunque no la toque en todo el partido.

Los griegos jugaron bien, clásicos, pero nada más. Salvo ese Georgios Samaras que por su ubicuidad, gambeta y precisión merecería ser argentino.

El mejor nuestro fue Clemente (Rodríguez), siempre alerta, siempre con precisión, y los centros perfectos. A Messi como siempre no lo dejaron mover, pero se movió, un poco menos brillante que otras veces pero Messi es Messi y en cualquier momento está el gol, como lo demostró con Palermo. La Brujita Verón, dominador, un señor de la cancha.

Sí, fue una noche sufrida, y el primer gol fue más bien de agonía aunque luego todos nos fuimos contentos porque la cosa no se quedó allí, sino que vino el segundo. Tanto el equipo “titular” como este “suplente” mostraron sus valores y su categoría. Pero eso sí, no nos hagan sufrir más tanto tiempo, muchachos, no lo merecemos.

Maradona siempre primera figura en gestos, ademanes, jocosidades y protestas. Nos convenció: es un espectáculo, sin él, faltaría algo. Sin duda alguna ya llegó a conquistar el título: es el Gardel del fútbol.

(Luego repasamos el nombre de los jugadores: el casi invisible Sócrates se llama en realidad Sokratis Papastathopoulos. No, así no va, muy difícil para jugar al fútbol, no se lo vio, nada socrático.)

Vamos a la segunda ronda con confianza. Con este equipo no vamos a pasar vergüenza.