Mientras la candidata oficialista Dilma Rousseff asciende en las encuestas, su rival José Serra se sume en una crisis con sus aliados en la búsqueda de un vice. Hasta esta semana los problemas de la alianza de centroderecha eran un secreto a voces en Brasil. Los principales medios de comunicación decidieron romper con el silencio sepulcral que impuso la campaña del ex gobernador socialdemócrata de San Pablo. Según el diario O Globo, la cúpula del partido Demócratas amenazó con romper su alianza electoral con la socialdemocracia, después de que algunos medios sugirieran que el compañero de fórmula de Serra podría ser uno de sus correligionarios.

Lo único seguro hasta ahora es que Serra debería haber anunciado su candidato a vicepresidente hace mucho tiempo. Rousseff selló su fórmula electoral hace ya unas semanas, después de la Convención del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), en donde se coronó al presidente de esa fuerza, Michel Temer. Los demócratas tendrán su convención partidaria este miércoles, pero todo indica que aún están lejos de conseguir el segundo lugar en la boleta presidencial, que habían negociado hace meses con el partido de Fernando Henrique Cardoso.

Según el sitio del diario conservador Estado de Sao Paulo, las fricciones entre los demócratas y la socialdemocracia terminaron de explotar con la publicación, el miércoles pasado, de la primera encuesta que mostraba a la candidata de Luiz Inácio Lula da Silva como favorita. Según el sondeo de Ibope, la ex jefa de gabinete petista obtendría un 40 por ciento en la primera vuelta, dejándolo a Serra detrás por cinco puntos porcentuales. En el ballottage, agregó la encuesta, la presidenciable del oficialismo brasileño se impondría sin muchos problemas.

No bien se conocieron las cifras, los diarios paulistas comenzaron a difundir los posibles candidatos a vice de la socialdemocracia. El viernes se mencionó a Patricia Amorim, la primera mujer que preside el Flamengo, el club de fútbol más popular en Río de Janeiro y Brasil, y ayer su nombre ya había sido reemplazado por el senador Alvaro Díaz. Y aunque la ruleta de nombres continuaba girando, los potenciales candidatos ya no son del socio minoritario de la alianza de centroderecha, Demócratas, sino un correligionario de Serra.

El miércoles la cúpula de Demócratas tendrá que tomar una decisión en su convención nacional. tendrá que definir si apoya a un candidato y si integrará una alianza presidencial. No está en su mejor momento. El arresto y procesamiento por corrupción en diciembre pasado de uno de sus dirigentes de mayor proyección, el ex gobernador de Brasilia Jorge Roberto Arruda, y la seguidilla de denuncias contra sus miembros, fueron mermando su credibilidad y su caudal electoral en las encuestas.

No obstante, los demócratas son la cuarta fuerza política del país y Serra necesitará toda la ayuda que encuentre para vencer a la delfín de Lula, el presidente brasileño más popular de los últimos tiempos. El tiempo corre y el plazo legal para confirmar las fórmulas presidenciales es el 5 de julio.