Ni siquiera los goles antes del primer minuto, tanto en la etapa inicial y como en la parte final, le alcanzaron a Gimnasia para rescatar al menos un punto en su encuentro ante Arsenal. Sus propios miedos y la endeblez en el juego aéreo lo condenaron a una derrota ante un adversario que mostró personalidad para revertir los dos malos comienzos de cada tiempo y ambición para ir a buscar un triunfo, que le permite mantenerse en el segundo puesto y seguir ilusionado con pelear el título. El 3-2 en favor del equipo de Alfaro fue un premio a sus ganas de triunfar.

Antes de los 30 segundos, Gimnasia ya ganaba gracias al uruguayo Jorge Córdoba, que recibió de Aued en el borde del área y definió cruzado ante la salida de Campestrini. Ese envión más anímico más un buen trato de balón parecían suficientes para que el equipo platense justificara la ventaja. Sin embargo, con oficio, Arsenal supo pasar el mal momento y encontró el empate cuando se juntaron sus delanteros: Obolo bajó la pelota de cabeza para Leguizamón, que, aunque remató mordido, venció a Sessa.

Con todo como al comienzo, otra vez madrugó Córdoba, ahora con un cabezazo tras un corner de Aued. Pero de nuevo Gimnasia no lo supo capitalizar, ya que Arsenal volvió a empatar, con otra aparición de sus delanteros, aunque en roles invertidos: habilitación de Legui para Obolo, que tras un rebote inoportuno de Sessa igualó otra vez el encuentro.

A partir de allí, la diferente actitud de ambos equipos marcó el desarrollo de cara al final. Desde los cambios, Arsenal mostró que quería ganar y que Gimnasia se conformaba con el punto. Y desde el juego, el equipo de Sarandí tuvo dos cabezazos en los palos, uno a través de Lisandro López y otro de Franzoia. Ante esa insistencia y la endeblez del fondo platense, el cabezazo de Aguilar sobre el final fue el premio para Arsenal, que por tercer partido seguido encontró la victoria en los últimos cinco minutos. Y que por eso se ilusiona con pelear bien arriba, ya que se mantiene segundo junto con Vélez y le descontó dos puntos a Estudiantes, cuando ya se superó la mitad del torneo.