Desde Madrid

Messi ejecuta el penal que le dará la ventaja al Barcelona.
Imagen: AFP

El primero de los cuatro clásicos que vivirá en 18 días el fútbol español resolvió pocas cosas, pero sirvió para poner fin a una obsesión. Lionel Messi marcó su primer gol contra un equipo entrenado por José Mourinho y el portugués Cristiano Ronaldo perforó también por primera vez el arco del Barcelona. Empate en el diván y empate en el marcador. El clásico terminó 1-1, un resultado que acerca un poco más al Barcelona al título de Liga, pero deja muchas preguntas abiertas de cara a la final de Copa del Rey y a la semifinal de la Champions League. El primero en deshacerse de sus fantasmas fue Messi. Nada se resiste al delantero azulgrana, una máquina de romper records y superar barreras. La última en caer fue la figura de Mourinho.

En los ocho encuentros anteriores ante equipos del técnico portugués, ante Chelsea, Inter y Real Madrid, el rosarino se había quedado sin marcar. Ni siquiera en el 5-0 que el Madrid recibió en la primera rueda pudo hacer un gol Messi. El tanto llegó a la novena y tuvo que ser de penal, pero llegó. Era el cuarto gol del astro argentino de 23 años en el templo blanco, el 30 en la actual Liga, el 49 en toda la temporada y el número 96 en los últimos cien partidos.

Cristiano siguió casi un camino paralelo. Tuvo que encararse con Víctor Valdés desde los 11 metros para poder batirlo. Antes, había sido imposible. Primero Adriano le sacó un cabezazo que se metía debajo de los palos y luego su potente lanzamiento de tiro libre se estrelló en el palo. “Esta vez va a ser diferente”, había advertido el portugués antes del partido. Y lo fue. Quizá no como él lo esperaba, pero al menos los blancos rompieron una racha de cinco derrotas seguidas ante los catalanes. Y Cristiano rompió su sequía goleadora ante el gran rival. En los seis partidos anteriores, tres con el Manchester United y tres con el Madrid, Ronaldo se quedó en cero. Con su tanto de ayer, suma 41 en la temporada y mantiene vivo el duelo por el trofeo de máximo goleador con la estrella argentina.

Luego del encuentro, el entrenador del Barcelona, Josep Guardiola, dijo estar satisfecho con el empate y rechazó hablar de la actuación del árbitro. “Venir al Bernabeu y empatar es un muy buen resultado. El Madrid es un señor equipo. Con la ventaja nos ha faltado buscar un poco más el arco de Casillas. Venir aquí y no perder siempre es un buen resultado porque el Real Madrid, insisto, es un señor equipo”, destacó Guardiola, que no quiso opinar sobre la predisposición y la alineación que ubicó Mourinho. “Sólo faltaría dar consejos al señor Mourinho. Sólo faltaría. Bastante tengo de ocuparme de lo mío; de lo nuestro”, indicó Guardiola.

Sobre la final de la Copa del Rey del miércoles próximo, Guardiola señaló que “no se sabe qué podrá pasar. Los partidos no siempre salen iguales por más que sean los mismos equipos”.