Una máxima del básquetbol dice que no existe un partido de play off igual al siguiente. Y la serie final de la Liga Nacional de Básquetbol que Peñarol le está ganando 3-1 a Obras cumple a la perfección con el axioma. Por eso, por más que los marplatenses sacaron una ventaja que nunca antes en la historia de la competencia se pudo revertir, la sensación tras los dos partidos de Mar del Plata es que la final todavía no está definida, mucho más teniendo en cuenta las lesiones que afronta el conjunto de Sergio Hernández. Igual, los fanáticos marplatenses están muy ilusionados con dar la vuelta olímpica e irse a festejar al Obelisco.

“Era un partido clave”, aseguró Julio Lamas tras la derrota de su equipo 78-75 en el Polideportivo Islas Malvinas. “Si ganábamos nosotros, todo empezaba de nuevo. Si ganaban ellos, iban a tener tres match points... Ahora tienen tres match points”, se resignó el entrenador de Obras. Sin embargo, a pesar de la ventaja en el marcador, los marplatenses atraviesan el momento más crítico de la serie. El estadounidense Kyle Lamonte sufrió la fractura del dedo pulgar de su mano derecha y se perderá el resto de la temporada, mientras que el alero Marcos Mata tiene una fuerte contractura en su pierna derecha, que lo dejará muy condicionado para el encuentro del lunes, de nuevo en el estadio de Obras. Y a eso le suma que su juego viene disminuyendo en cada partido, pese a la victoria del miércoles.

Con dos titulares tocados, más la inactividad de Nicolás Lauría, el panorama para el equipo de Hernández no es tan cómodo como lo indicaría el marcador. Y la zona que planteó Lamas en los dos últimos partidos lo llevó a abusar de los tiros de tres puntos, con muy malos porcentajes. “Hay que hacer los puntos por donde te los dan”, indicó Hernández, para justificar los 41 triples que lanzó su equipo, de los que sólo anotó 16. Es que la zona que plantea Obras cierra todos los caminos bajo su tablero y limita el accionar de los internos, pero regala espacios para los tiradores marplatenses. “No es momento de morir con la nuestra, es el momento de vivir con la nuestra”, les dijo el entrenador a sus jugadores durante un tiempo muerto, cuando los triples no entraban. Sobre el final, entre Safar y Campazzo afinaron la puntería y Peñarol se llevó el partido. “Es lo que nos permiten. Entre Safar, Campazzo y Giorgetti metieron 54 puntos. No importa quién haga los puntos, lo importante es ganar”, resaltó el entrenador.

Lo cierto es que la llave de la serie sigue estando en la defensa zonal de Obras, con el riesgo que ello implica. Por un lado, habrá que ver si sigue apostando a una mala noche rival o intenta otra variante. En los dos partidos de Mar del Plata, Leo Gutiérrez tiró 3-21 en triples y la estrategia funcionó. Pero sería muy raro que el capitán marplatense siga en ese nivel tan bajo. Y con una noche inspirada de sus tiradores, circunstancia perfectamente factible, Peñarol puede sentenciar el juego, lo que le daría el título y el inédito tricampeonato.