La dupla argentina fue de menor a mayor en el partido.
Imagen: Alejandro Leiva.

El equipo argentino de Copa Davis vivió ayer una jornada plena de alegría tras el triunfo de la dupla argentina conformada por el cordobés David Nalbandian y el marplatense Horacio Zeballos ante su par del equipo francés, conformada por Julien Benneteau y Michael Llodra, por 3-6, 7-6 (3), 7-5 y 6-3, que le permitió al equipo nacional pasar al frente en la serie por los cuartos de final del torneo, que se definirá hoy cuando, desde las 10.30, Juan Mónaco se mida ante Jo-Wilfried Tsonga y a continuación se enfrente Carlos Berlocq frente a Gilles Simón. Con ganar uno de los dos puntos, Argentina alcanzará las semifinales, donde le tocará enfrentarse con el ganador de la llave que disputan en Astana, el local Kazajistán y República Checa, que se impone por 2-1 (ver aparte).

A pesar de que el cielo se presentaba oscuro y de que la lluvia se presentaba como una amenaza constante, el público dijo presente en el estadio Mary Terán de Weiss del Parque Roca y su concurrencia fue notoriamente mayor a la de la primera jornada. En paralelo con el clima, la dupla del equipo argentino fue de nublado a despejado a lo largo del encuentro y terminó con una gran sonrisa.

No arrancaron bien Nalbandian (128 del ranking) y Zeballos (39) y así dejaron crecer a Benneteau (27) y Llodra (61), quienes esgrimiendo su mejor versión se llevaron la primera manga con un cómodo 6-3, gracias a un solo quiebre en el octavo juego, con el saque del cordobés. Sin embargo, en cada servicio del equipo argentino, los franceses habían tenido chances para quebrar. Lo que de alguna manera marcaba una clara diferencia con los locales, que apenas habían logrado dos pelotas de quiebre en el tercer juego, pero no pudieron concretarlas. El problema parecía estar más en Nalbandian que en Zeballos, quien se mostraba un poco más sólido.

Pero con el correr de los minutos, los argentinos iban afilando su juego, complementándose mutuamente. Esa sintonía les permitió llevarse la segunda manga, que fue mucho más pareja y se definió en el tie break con una clara diferencia para los argentinos (7-3). El público, que no paraba de alentar y se encendía más cuando Zeballos y Nalbandian les pedían intervención, comenzó a ganar protagonismo y eso afectaba a los franceses, quienes comenzaron a fallar en momentos clave: Llodra falló un smash, Benneteau se quedaba seguido corto en la red.

El tercer set terminó siendo clave. Los argentinos arrancaron mal otra vez y llegaron a estar 5-2 abajo. Y entonces ocurrió el milagro. Apareció Nalbandian con todas sus luces para acoplarse a un Zeballos que ya descollaba y, con dos quiebres, en el noveno y décimo primer juego, se quedaron con el parcial por 7-5. Un pelotazo de David sobre la espalda de Llodra (ver foto), actuó como el disparador de la levantada.

El cuarto set fue una muestra de la contundencia de Zeballos desde el fondo y de la agilidad mental de Nalbandian para definir las jugadas. Les alcanzó con un quiebre en el séptimo juego para cerrar el partido con un holgado 6-3 y con una derecha implacable de Nalbandian. “Fue increíble lo que logramos. Es también increíble la sensación que uno tiene cuando juega acá. No hay palabras para agradecer el apoyo de la gente. Estamos supercontentos”, dijo el cordobés una vez consumada la hazaña que dejó a la Argentina a un paso de las semifinales.