El entrenador alemán Joachim Löw destacó ayer la solidez de su equipo después de clasificarse a las semifinales del Mundial tras superar 1-0 a Francia y de cara al partido por semifinales con el local Brasil. “Ganamos 28 de 31 partidos y eso es una actuación increíble. Demuestra que somos un equipo sólido, con buena actitud. La única explicación de que volvamos a una semifinal es que tenemos unos jugadores excelentes”, destacó el entrenador al repasar su ciclo a cargo del conjunto alemán. “El equipo fue cambiando desde 2006. Es bueno que el equipo no siempre tenga los mismos jugadores. La estabilidad es importante, pero hay que ir haciendo cambios”, afirmó.

Sobre el partido con Francia, en el que dispuso la vuelta como lateral del capitán Philip Lahm, Löw explicó: “Sabíamos cómo iba a jugar Francia y son tan fuertes que es difícil pasar a través del mediocampo. Por eso puse a Lahm en el lateral. A los jugadores no les sorprendió. Tenemos variantes tácticas y ante Francia necesitábamos jugar por los laterales”, comentó el DT.

Además, Löw opinó sobre el clima: “Está teniendo influencia. No es fácil para los europeos empezar un partido a esta hora de la tarde. Hoy hacía mucho calor. No estamos acostumbrados”, subrayó, mientras que celebró que “el próximo partido empieza a las cinco, no va a ser igual. Con tanto calor es difícil controlar durante todo el tiempo el partido y mantener el nivel de concentración, por eso se cometen errores. Igual creo que jugamos bastante bien”.

El próximo martes, Alemania chocará con Brasil por un lugar en la definición del 13 de julio y por un lugar en la historia: la que gane será la selección con más finales en mundiales, ya que ambos llegan con siete finales disputadas. Brasil ganó cinco: Suecia ’58, Chile ’62, México ’70, EE.UU. ’94 y Corea y Japón 2002, esta última justamente ante Alemania; mientras que perdió en el recordado Maracanazo (que técnicamente era un cuadrangular, pero entre Uruguay y Brasil se definía el campeón en el último partido), y en Francia ’98. Alemania sólo ganó tres de siete: Suiza ’54, Alemania ’74 e Italia ’90, mientras que perdió las finales de Inglaterra ’66, España ’82, México ’86 y Corea y Japón 2002. En los únicos antecedentes en mundiales entre ambos están la mencionada final de 2002 que Brasil ganó 2-0 y el choque en Alemania ’74, cuando Brasil ganó 1-0 con gol de Rivelinho.