[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Desde Brasilia

El puesto que mayores controversias está causando en el equipo es el que dejó libre Sergio Agüero por su lesión. El técnico Alejandro Sabella probó con Ezequiel Lavezzi el martes pasado, pero cumpliendo una función diferente a la del delantero del Manchester City. Al parecer, según indicó ayer en la conferencia de prensa, el entrenador mantendrá el mismo esquema, pero habrá que esperar hasta un rato antes del partido para saber quién es el elegido para ese lugar. Con este panorama, Lavezzi habló sobre esta nueva versión que tiene que presentar para colaborar con las necesidades del equipo.

“En el Paris (Saint-Germain) suelo ayudar defensivamente, pero no con la responsabilidad que me dieron para el partido ante Suiza. Yo no hago una evaluación individual, y lo que pienso es que pasamos de ronda por el esfuerzo colectivo”, destacó Lavezzi sobre su nueva función.

El jugador, señalado como uno de los más divertidos del plantel, y quien se encarga de mantener el ánimo bien arriba entre sus compañeros, siempre se muestra con buen semblante y con una broma inesperada que puede aparecer en cualquier momento. Entre los periodistas, Lavezzi realizó un amague para tratar de escaparse, pero luego sonrió y se detuvo para hablar de lo que le espera a Argentina en este Mundial. “Todos los partidos son difíciles y Bélgica también lo va a ser. Hasta el momento no vi a ningún equipo que se muestre muy superior al resto, todos estamos en un nivel muy parejo”, remarcó el ex jugador de San Lorenzo.

–¿El nivel colectivo te deja conforme para lo que viene ahora? –le preguntó Página/12.

–Sí, creo que estamos bien. Se pueden ajustar algunas cosas, pero son mínimas; estamos tranquilos, confiados, y así tenemos que seguir.

–Particularmente, ¿te cuesta tener que jugar más cerca del mediocampo y después llegar al área para definir también?

–Y... un poco, ja, ja. Pero no importa, lo importante es que le sirva al equipo. Todos tenemos que colaborar para el bien de Argentina.

Lavezzi, a los 29 años, también tiene un costado solidario en su ciudad natal, Villa Gobernador Gálvez, Santa Fe, donde sostiene una fundación en la cual chicos de la calle en situación de vulnerabilidad social tienen la chance de comer y compartir distintas actividades sociales. La Asociación Niños del Sur es una entidad sin fines de lucro, y allí Lavezzi puede colaborar con niños carenciados. Ese lugar es donde el delantero más cómodo se siente, y siempre que regresa al país se hace tiempo para visitar a su familia, y también a esos jóvenes que lo señalan como su máximo ídolo.

De la misma manera, Lavezzi tiene solidaridad con el conjunto argentino, para desdoblarse y ayudar tanto a los volantes como a los delanteros. El sabe que también cuenta con compañeros que tienen muchas virtudes para que él pueda mantener la alegría, como sucedió frente a los suizos, en San Pablo. “Parece que Angel (Di María) prendió el turbo al final del partido, y en otra corrida de él pudo llegar el gol. Tenemos este tipo de cosas y las tenemos que aprovechar. En esta Copa del Mundo las individualidades están haciendo la diferencia”, explica.

Bélgica asoma en el horizonte de Lavezzi, quien buscará volver a ser solidario con el equipo para poder repetir el festejo. Y, por supuesto, con la intención de que llegue el primer grito para él en este Mundial, algo que viene buscando en cada una de las presentaciones de Argentina. En este caso, el desahogo puede servir para depositar al equipo en las semifinales en una Copa después de mucho tiempo.