DEPORTES › DESPUéS DE LA DECEPCIóN DEL MUNDIAL, OTRA VEZ A TRABAJAR CON BARCELONA

Messi vuelve a comenzar desde cero

El rosarino regresa a los entrenamientos, pero ya no lo espera Gerardo Martino sino Luis Enrique, un entrenador de carácter. La contratación de Luis Suárez también supone una incógnita en el futuro del rosarino. La reinvención del equipo.

 Por Sebastián Fest

Tres semanas después de la mayor decepción de su carrera, Lionel Messi volverá a entrenarse con un Barcelona en el que es sólo la mayor de una serie de incógnitas. Desde el estado anímico y futbolístico del “10” hasta la posibilidad de que se reduzca la sanción al uruguayo Luis Suárez, pasando por las contrataciones aún pendientes, todo es un interrogante abierto en el club español, que cerró la temporada pasada fracasando en la Champions League, la Liga española y la Copa del rey.

Luis Enrique, el sucesor de Gerardo Martino como entrenador, dispuso de parte de sus jugadores en una concentración de cinco días en Inglaterra, pero la mayoría de los pesos pesado se incorpora recién esta semana. Xavi Hernández, al que llegó a situarse fuera del club para la temporada próxima, ya se entrena desde la semana pasada.

“Estamos haciendo realidad la remodelación profunda que nos habíamos propuesto en un equipo que aspira a todo”, dijo el presidente del club, Josep María Bartomeu, horas antes de volar a Brasil para la final que Alemania ganó 10 a la Argentina de Messi.

Un mes más tarde, la “remodelación profunda” está aún por cerrarse. Se produjo en el arco, con dos porteros nuevos y de nivel, pero la crucial línea defensiva del equipo sigue sin definir su rostro. El Barcelona fichó al central francés Jeremy Mathieu, pero las últimas temporadas demuestran que el club catalán necesita reforzar más y mejor esa línea.

Los medios deportivos locales coinciden en que el club le enseñará la puerta de salida al brasileño Dani Alves, al tiempo que se menciona la posibilidad de que Javier Mascherano deje la defensa para jugar en el mediocampo, la posición de toda su vida en Argentina y en la selección de su país.

Falta un central más para la defensa azulgrana, pero todo indica que por tercera temporada consecutiva, los grandes nombres en esa posición quedarán vedados para los españoles. Según Mundo Deportivo, la opción de Marquinhos, suplente en el Paris Saint-Germain, parece descartada porque el club francés pide más de 40 millones de euros (53 millones de dólares). El nombre cuyas acciones suben es ahora el del belga Thomas Vermaelen, del Arsenal, mientras que se asegura que el alemán Jerome Boateng tiene importantes posibilidades.

Mientras se definen los rostros de la zaga, la posible partida de Alves abre preguntas sobre Messi, que ya perdió a dos de sus grandes amigos, el arquero Pinto y el centrocampista Cesc, transferidos por el club. La partida del brasileño dejaría más solo al argentino, al que además se le plantea competencia en la delantera con la incorporación de Suárez.

La historia muestra que los “9” puros en el Barça se encontraron con la sutil pero efectiva oposición de Messi. Le pasó a Samuel Eto’o, también a Zlatan Ibrahimovic, que dejó el club meses después de un SMS en el que el argentino le hacía saber a Josep Guardiola, por entonces entrenador, cierta incomodidad.

El Barcelona ya situó la temporada pasada a una estrella como el brasileño Neymar en la zona del campo en la que Messi es el rey, y con la llegada de otra, Suárez, la competencia crece. ¿Jugará Messi más retrasado, volverá a ese extremo derecho en el que en los inicios de su carrera hacía estragos? Depende en parte de Luis Enrique, pero sobre todo de Messi, que cuando está motivado y en su mejor nivel, juega bien dónde se lo proponga y le facilita las cosas a cualquier entrenador.

La relación entre el rosarino y el nuevo técnico del club es también un factor a tomar en cuenta. Messi es un hombre de poquísimas palabras hacia afuera –“habla” a través de Instagram o de una red social china– pero de carácter duro puertas adentro, algo que también se le conoce históricamente a Luis Enrique. En el equilibrio entre dos personalidades fuertes, en la definición de quién, dónde y cuándo manda, el Barcelona se jugará bastante en una temporada en la que aspira a renacer.

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Lionel Messi saluda al portugués Deco en el último amistoso que jugó, el pasado 25 de julio.
 
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