@El ataque aéreo se produjo después de que Israel hubiera declarado otro alto el fuego: un misil impactó en una casa en el centro de la ciudad de Gaza, matando a cinco personas, entre ellas dos niños, en medio de expresiones de miedo porque las bombas seguirán cayendo sobre una población sin ningún lugar para escapar, aun si Israel retira sus fuerzas de tierra. El ejército israelí subrayó que la tregua humanitaria de siete horas no incluyó Rafah, donde los ataques aéreos, de artillería y de tanques comenzaron el viernes, después de que el gobierno de Benjamin Netanyahu acusó a Hamas de haber secuestrado a un soldado y matado a otros dos en un ataque suicida.

Posteriormente se confirmó que el teniente Hadar Goldin fue muerto en acción. Pero no hubo un respiro para Rafah, donde una escuela de la ONU fue alcanzada por un misil que mató a diez personas el domingo, un ataque que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó “un acto criminal y un ultraje moral”. Las operaciones continuaron ayer con las fuerzas israelíes diciendo que cazaban “terroristas” y a la vez destruían una compleja red de túneles que habían sido utilizados para lanzar ataques con cohetes.

Hubo violencia en la frontera de Jerusalén cuando la policía mató a tiros a un hombre que había dirigido una excavadora contra un autobús; un peatón también murió, dijo la policía. Varias horas más tarde, un hombre armado disparó e hirió a un soldado cerca de la Universidad Hebrea de Jerusalén, antes de huir en una moto.

Hubo explosiones cortas pero intensas durante la noche con el ejército israelí llevando a cabo ataques aéreos y navales. Daniel Mansour, un comandante de la Jihad Islámica, un grupo militante aliado pero que no forma parte de Hamas, fue asesinado en un ataque dirigido, anunció el grupo.

Los sobrevivientes de una familia palestina, los Al-Bakaris, dijeron que no tenían conexiones políticas y exigieron saber por qué tuvieron que sufrir mientras los vecinos y los servicios de emergencia cavaban entre los escombros con la esperanza de encontrar a seis personas que todavía están desaparecidas. Uno de los cuerpos recuperados fue el de Ramadán, uno de los dos hermanos dueños de la casa.

Maha estaba en el Hospital de Shifa, en la ciudad de Gaza, vigilando al hijo de Ramadán, Ali, de tres años, cuando se enteró de la muerte de su hermano. “Mi familia, nuestro pueblo, están siendo masacrados como animales –dijo–. Esto sigue día tras día, todos los grandes líderes del mundo dicen que esto debe detenerse y no hacen nada. ¿A cuántos de la resistencia han matado a los israelíes? Miren en la morgue y verán que los muertos son niños, mujeres, ancianos. ¿Qué ha hecho este niño para ser blanco de una bomba?” Acostado en la cama del hospital, Ali miró al frente con ojos asustados. No había hablado desde que fue sacado de los escombros, tres horas antes.

Um Jihad al-Burai, cuya casa resultó dañada en la explosión, dijo: “Esto va a durar meses. Aunque retiren sus tropas, seguirán usando sus aviones y bombas contra nosotros. Ellos nos van a matar cuando quieren. No podemos ir a ninguna parte, nos han mantenido encadenados con el bloqueo, no podemos escapar a ninguna parte, estamos atrapados”.

El número de víctimas palestinas en el 28º día de la guerra había terminado con un total de 1865 muertos y 9000 heridos, la mayoría de ellos civiles, dijeron funcionarios de salud palestinos y la ONU. Todos menos 3 de los 64 israelíes muertos eran del ejército. Se estima que unas 3000 casas palestinas fueron destruidas o dañadas.

Sami Abu Zuhri, portavoz de Hamas en Gaza, acusó a Israel de manipular cínicamente lo que pasó con el teniente Goldin. “Han engatusado y engañado al mundo, dijeron que el soldado había sido secuestrado y ahora dicen que murió en la batalla. Ellos fabrican esto para romper la tregua mientras nos culpan y luego cometen una masacre en Rafah.” Mark Regev, portavoz de Netanyahu, dijo a CNN que el objetivo de Israel con la tregua de ayer fue “ayudar con el alivio humanitario” a la población de Gaza.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.