La eliminación de la Copa Libertadores quedó atrás. San Lorenzo está más vivo que nunca en el Torneo de Primera, en el que anoche sumó su noveno triunfo, un triunfo que nunca estuvo en discusión aunque el equipo de Boedo haya tardado mucho en asegurarlo. Regaló prácticamente un tiempo contra Sarmiento de Junín, pero reaccionó en el cierre con dos goles de Cauteruccio en los últimos cinco minutos, de modo de darles a sus hinchas el respiro que estaban mereciendo y conjurar la posibilidad de una sorpresa sobre la hora.

Con la victoria, San Lorenzo alcanza transitoriamente en lo alto de la tabla a Boca, que recibe hoy en la Bombonera a Aldosivi, y se coloca dos puntos por encima de Belgrano, que esta tarde visita a Godoy Cruz en Mendoza. River puede alcanzarlo si vence como visitante a Tigre esta noche.

Después de un primer tiempo parejo y chato, en el que el equipo de Bauza apareció limitado, sin la pelota durante largos pasajes, sin saber cómo reaccionar frente al asedio de los juninenses, el complemento fue más favorable al conjunto local.

Con un 4-2-3-1, intentó imponer su juego, pero le costó mucho porque no funcionaron bien Mercier y Ortigoza. No pudo manejar la pelota, más allá de algunas pinceladas de Romagnoli, y generó poco y nada en ataque. Apenas llegó dos veces por intermedio de Mas, uno de sus laterales.

Sin embargo, apenas arrancó el segundo tiempo, en una jugada colectiva que incluyó trece toques, que fue desde la izquierda a la derecha y volvió, Villalba apareció por el segundo palo para definir contra el poste en una definición muy apretada, por atrás de tres defensores visitantes, ganándole en el último suspiro al arquero Rigamonti.

A partir de ese momento, San Lorenzo creció levemente en su juego, ya que ganó en tranquilidad y dispuso de algunos espacios. A Sarmiento le cuesta mucho ir a buscar un partido, porque se siente más cómodo jugando de contraataque. De esa manera, los minutos se consumieron entre la falta de ideas del equipo de Lippi para llegar al empate y la imprecisión de San Lorenzo para sentenciar la historia.

Tuvo que ser Martín Cauteruccio quien les diera tranquilidad a los hinchas de Boedo, primero tras un fenomenal contraataque cuando Verón llegó al fondo por la derecha y mandó el centro rasante al medio, por donde apareció el uruguayo para empujarla al arco ante la impotencia del arquero visitante; luego, ganándole un mano a mano a Dutari, con un quiebre de cintura, para tocarla suavemente por sobre la cabeza de Rigamonti.

Así quedaron las principales posiciones: Boca, San Lorenzo, 28 puntos; Central, 27; Belgrano, 26; River, 25; Newell’s, Tigre, 22; Racing, 21.