Termina una dura semana para Vélez. A la caída por la Copa Argentina ante Lanús, por penales, en el estadio de Arsenal, se sumó la lesión de Fabián Cubero, uno de los pocos referentes que quedan en el club de Liniers. Y anoche, en Victoria, Tigre terminó de amargarlo, al golearlo 3-0.

El andar de ambos equipos evidenciaba por qué Tigre está peleando en la parte superior de la tabla (con los tres puntos de anoche suma 40) y Vélez no puede progresar en las posiciones del torneo. Encima, anoche los dirigidos por Miguel Russo se encontraron frente a un especialista en visitantes, puesto que el equipo de Victoria sólo cayó una vez en condición de local y venía de derrotar a Godoy Cruz por 2-1. Vélez es justamente lo contrario: hasta ahora, sólo obtuvo una victoria fuera de casa. Y a pesar de que anoche tuvo algunas chances terminó goleado, sometido por la contundencia del Matador de Gustavo Alfaro, que golpeó temprano, a los 18 minutos, cuando Jorge Rodríguez escaló por derecha y habilitó a González, que arrancó en diagonal y le pegó con fuerza para someter a Aguerre. Ese gol hizo que los juveniles de Vélez redoblaran sus esfuerzos y consiguieran el repliegue de Tigre. Producto de esa enjundia, Vélez se fue acercando al área y tuvo un par de ocasiones claras. La primera con Caraglio y luego en los pies de Yamil Asad, cuyos disparos exigiron a D’Angelo.

Tigre aguantó y pudo sacar ventaja con el contragolpe. Por esa vía se produjo el segundo gol, fruto de un desborde rápido de Garate, quien habilitó a Sánchez, que la puso entre el palo más cercano y Aguerre. Cuando el partido terminaba llegó la acción más lucida de la noche, con un taco del colombiano Sebastián Rincón para habilitar al ingresado Lucas Wilchez y decretar la goleada.