No es demasiado frondoso el historial de encuentros entre Los Pumas e Irlanda, que apenas se enfrentaron en 20 oportunidades desde el 24 de agosto de 1952, cuando igualaron en la vieja cancha de Gimnasia y Esgrima 3-3. Hubo partidos que fueron claves en la historia del seleccionado argentino, como el disputado en el Lansdowne Road de Dublín el 28 de agosto de 1999 en el que Los Pumas perdían por paliza y terminaron cayendo apenas por 32-24, en el que se empezó a formar el equipo que terminó llegando a cuartos de final en la Copa del Mundo poco tiempo más tarde. O el del 3 de junio de 2000, en el que Los Pumas se impusieron por 34-23 en cancha de Ferro Carril Oeste en el debut de Marcelo Loffreda como entrenador del seleccionado nacional.

Pero los tres partidos más importantes entre ambos protagonistas tuvieron lugar en tres mundiales seguidos: los de 1999, 2003 y 2007. Y fueron trascendentes porque en cada uno de esos encuentros hubo mucho en juego. En dos ganaron Los Pumas, el restante fue para los irlandeses. En 1999, cuando el Mundial se jugaba con otro sistema de competencia, ambos elencos debieron jugar un repechaje para ver cuál de los dos accedía a los cuartos de final, instancia en la que esperaba Francia. Era una época en la que los mundiales en Europa tenían una sede central, que en ese caso fue Gales, pero luego se jugaban partidos en casi todos los países del viejo Cinco Naciones.

Así fue que argentinos e irlandeses debieron trasladarse a la ciudad francesa de Lens, donde jugaron uno de los encuentros más emotivos de la historia de los mundiales, que terminó con victoria albiceleste por 28-24.

Inolvidable será aquel try de Diego Albanese que le dio la victoria al representativo nacional, como así también la inspiración de Gonzalo Quesada, goleador de ese certamen, quien fue el autor de todos los puntos restantes. La imagen del equipo nacional resistiendo durante 9 minutos dentro de sus 22 metros también será imborrable, como la alegría de Scelzo corriendo a abrazarse con quien fuera cuando Stuart Dickinson decretó el final del partido o la de un joven Felipe Contepomi abrazando al árbitro del encuentro.

Cuatro años más tarde volvieron a encontrarse en el Adelaide Oval, en Australia. Los Pumas habían perdido con los Wallabies en el debut y no les quedaba otra alternativa que el triunfo. No estuvieron lejos de lograrlo pero terminaron perdiendo 16-15 en un partido áspero, que en un momento pareció que se inclinaba a favor de los argentinos cuando Ignacio Corleto marcó un drop impresionante (Quesada aportó otro y tres penales), pero finalmente fue para el equipo del trébol, que avanzó a cuartos de final.

El tercer choque tuvo lugar en el Parque de los Príncipes, en París, el 30 de septiembre de 2007. Ahí Los Pumas fueron claramente superiores a los irlandeses y con un triunfo por 30-15 se aseguraron el primer lugar de la zona. Un try de Lucas Borges, otro de Horacio Agulla, tres drops de Juan Martín Hernández, quien cumplió una labor consagratoria, y tres penales y una conversión de Felipe Contepomi sellaron la victoria puma.

De ahí en más sólo volvieron a encontrarse en test-matches. Fueron cinco en total, todos con victoria irlandesa. Pero el domingo volverán a encontrarse en una Copa del Mundo, donde crece la rivalidad. Y volverán a escribir un nuevo capítulo de esa historia.