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Cavallero: al igual que en el final del partido ante Nigeria, comenzó el encuentro con algunas dudas. Se lo vio falto de reacción, y recién en la segunda mitad respondió con acierto en los tiros de media distancia. En el penal no se decidió a lanzarse para uno de los dos costados.
Pochettino: tuvo muchos inconvenientes para controlar a Heskey, y tampoco a Owen cuando se recostó sobre su sector. Además no se entendió con Samuel acerca de quién tenía que salir a cortar más adelante. En la jugada del penal, siguió de largo ante un amague de Owen.
Samuel: después de mucho tiempo, tuvo problemas para controlar a un delantero. En el mano a mano con Owen no pudo hacer diferencia, y el inglés fue una dificultad permanente para el último hombre de Argentina.
Placente: el más flojo de la defensa. No pudo acomodarse en ningún momento, y tampoco pudo con la velocidad de Owen. Casi nunca se mostró como salida, y no intentó cruzar la mitad de la cancha.
Zanetti: arrancó con su acostumbrado despliegue por la franja derecha, pero a medida que pasaban los minutos fue bajando su rendimiento. Su único aporte en ataque fue el remate desde lejos, sin mucha puntería.
Simeone: demasiado lejos de su verdadero nivel. No sólo no distribuyó la pelota en la zona central, tampoco contribuyó cortando el circuito inglés. Ni Scholes ni Beckham tuvieron complicaciones para transitar su zona.
Sorin: Se notó el cansancio físico que arrastró durante la semana. No pudo realizar su ida y vuelta habitual, y Argentina lo sintió.
Verón: el peor. Dio la sensación de que no quería comprometerse con su función, y no se hizo cargo de la ofensiva del equipo. Estuvo llamativamente impreciso, insistiendo con el juego aéreo.
Ortega: cuando se dio cuenta de que no podía superar a Ashley Cole, optó por volcar el juego hacia el medio. Terminó casi todas sus jugadas por el piso y sin gravitar.
Batistuta: la orden del técnico de marcar a los defensores rivales casi le cuesta la expulsión. Ese esquema le provoca un gran desgaste físico y perjudica su rendimiento. No tuvo ocasiones concretas de probar al arco.
González: muy activo en el primer tiempo, casi convierte con dos remates de zurda: uno se fue cerca del palo izquierdo de Seaman, y el otro salió por arriba. También le llegó poco la pelota, y debió jugar lejos del área.
Aimar: 45 minutos le alcanzaron para destacarse sobre Verón. A diferencia de su compañero, buscó jugar por abajo y asociarse más con Ortega. Le dio más ritmo al equipo.
Crespo: reemplazó a Batistuta y sufrió la falta de claridad de Argentina. Tampoco pudo probar su puntería.
C. López: hizo lo que mejor sabe, desbordar por la izquierda y enviar el centro para la entrada de otro delantero. Apenas complicó un poco más a Mills.