DEPORTES › LA MAÑANA EN DOS ESCUELAS PRIMARIAS
Ver fútbol con seño y todo
“¡Eh, eso fue penal, seño!”. “¡No, que no lo saque a Batistuta, que es lindo y juega bien!”. “Callate nena, ¿no ves que no sabés nada de fútbol?”. Ayer, los chicos de turnos de la mañana de las escuelas Nº 1 y 2 de Recoleta y Retiro, igual que muchos otros alumnos de buena parte de los colegios primarios de la Capital Federal, pudieron ver el partido. Y al final, hasta coincidieron: “Perdimos porque ellos jugaron mejor”.
Eran las 8.38 de la mañana y llegó la primera emoción en la biblioteca de la Nº 2: un tiro cruzado del Kily González arrancó el primer “¡uh!”. Totalmente compenetrados, unos 80 chicos observaban aferrados a sus asientos los interminables amagues de Ortega y las peligrosas arremetidas de Owen. “Es increíble. Pensamos que esto iba a ser un despelote y al final se portan mejor que nosotros”, comentaba al pasar Cristina, maestra de 5º, mientras se reía de cómo su compañera Marta protestaba muy delicadamente por los patadones que el lateral izquierdo inglés pegaba a quien intentara desbordar por su sector.
Había chillidos de la platea femenina ante cualquier llegada argentina y críticas de los varones. “Hasta acá lo veo bien, pero hay que tener cuidado con el siete, presiona mucho”, presagiaba Miguel, de 7º A, a la media hora de juego. Después, el siete, Beckham, metió el penal. Un chico insultó. Las maestras hicieron como que no oían.
“Justo al final del primer tiempo, es un golpe anímico muy duro”, dijo uno.
En el colegio vecino de Recoleta la suerte no mejoró en el segundo tiempo. Las caras animadas de los chicos que ocupaban todo el largo de la biblioteca del tercer piso fueron perdiendo su brillo a medida que la defensa inglesa se transformaba en un muro infranqueable y la Selección demostraba estar carente de ideas.
–¡Pero chicos, no se pongan así, es sólo un partido! –rogaba una maestra.
—Seño, es que si no ganamos hoy nos quedamos afuera –le contestó confundida una de las chicas.
Impulsados con un par de cabezazos de Sorin y Pochettino en el área rival, los más extrovertidos, Edwin, Leandro, Diosnel y Aldo, empezaron a cantar y a gritar. “¡Vamos que si alentamos, ganamos!”, gritó Edwin. “A mí no me interesa en que cancha juguemos/siempre te alentaremos, perdamos o ganemos...” Se prendieron todos. Pero no resultó, y muy pronto todos abucheaban a los jugadores y pedían cambios. “Ponelo a Caniggia que es el que más me gusta”, exigió Cecilia.
“Ya fue, ya fue, ahora hay que ganarle a Suecia”, fue la conclusión después del partido. Pero las caras largas se compusieron de inmediato cuando las vicedirectoras Beatriz y Julia anunciaron un recreíto y los chicos empezaron a correr por los pasillos como si nada hubiera pasado. “Es mejor que se lo tomen así. Además, se portaron rebién. Ojalá nos vaya mejor en Japón y podamos repetir la experiencia”, comentaron Beatriz y Julia. A pesar del uno a cero, estaban conformes.
Producción: Darío Nudler.