Luego de permanecer internado 28 días a raíz de una fuerte infección intestinal, el director técnico brasileño Telé Santana –entrenador del Scracht en los mundiales de España 82 y México 86– falleció, a los 74 años, en el hospital Felicio Rocha de Belo Horizonte. Su estado de salud había empeorado desde el 3 de abril pasado por una severa infección pulmonar. Pese a ser considerado por casi unanimidad como uno de los últimos técnicos líricos de Brasil, Santana también debió soportar la carga de ser definido entre sus propios compatriotas como “jettatore” (que trae mala suerte) cuando con dos combinados repletos de primeras no superaron los cuartos de final en los mundiales en que dirigió a Brasil. Para delicia de sus críticos, en enero de 1981, Telé ya había perdido ante Uruguay la final del Mundialito de Montevideo.

Sin embargo, pese a las críticas recibidas, su inmodificable vocación ofensiva, opuesta a la línea conservadora que se respiraba en su país por aquellos años, le permitió llevar a San Pablo a conquistar las copas Libertadores e Intercontinental en 1992 y 1993. Los títulos como entrenador habían comenzado en 1969, con el campeonato carioca que ganó Fluminense. También ganó títulos con Atlético Mineiro y Gremio. Sin embargo, fue por lo realizado en San Pablo –a partir de 1990– que la gente lo apodó El Maestro y, en sólo cinco años, se cansó de sumar estrellas: campeón brasileño (1991), bicampeón de América e intercontinental, bicampeón de la Recopa Sudamericana (1993 y 1994), campeón de la Supercopa Sudamericana (1993) y campeón de la Copa Conmebol (1994).

Con todos los pergaminos a nivel de clubes, se dio el gusto de rechazar ofertas de Valencia y de Palmeiras para tomarse vacaciones. En 1997, un accidente vascular lo alejó para siempre del mundo del fútbol, que ayer vivió un día de luto. Y no es para menos, falleció uno de sus más grandes “maestros”.