La argentina Gisela Dulko, de 21 años y 32ª favorita, jugará por primera vez los octavos de final de un Grand Slam, tras vencer por 6-1, 6-1 a la estadounidense Shenay Perry, en una jornada para “enmarcar”, pues también ganó en dobles mixtos. En tanto, el tandilense Juan Mónaco jugó un gran partido ante el croata Ivan Ljubicic y suspendió cuando caía 4-2 en el quinto set, tras haberse impuesto en los dos primeros. Hoy reanudará el encuentro luego del partido entre las rusas Maria Sharapova y Dinara Safina, que arrancará a las 6.

Dulko se mostró “muy contenta” tras completar su mejor actuación en uno de los cuatro torneos más importantes del mundo. “Cuando uno empieza a jugar sueña con llegar aquí. Primero con jugar un Grand Slam, que no es fácil. Y luego llegar a la final...”, se ilusionó la tigrense. Es que además de la gran actuación en su individual, también tuvo una tarea muy sólida en el dobles mixtos junto al chileno Fernando González para imponerse 6-1, 6-1 ante el chipriota Marcos Baghdatis y la francesa Pauline Parmentier.

La tenista argentina, que este año ganó el torneo de Bogotá, pero que todavía no tiene ningún título de primer nivel, ocupa la 35ª plaza en la lista de la WTA, aunque llegó a la 26ª a finales de la temporada pasada. Ayer no tuvo inconvenientes para dominar su rival y lograr un victoria muy cómoda, que no le demandó demasiado esfuerzo. Ahora tendrá la chance de seguir mejorando su actuación en un Grand Slam cuando se enfrente en los octavos a la alemana Anna-Lena Groenefeld, que ayer le ganó 6-2, 7-6 a la rusa Maria Kirilenko.

El otro argentino que vio acción ayer en París fue Juan Mónaco, que estuvo muy cerca de dar un gran batacazo, pero no pudo liquidar la tarea ante Ljubicic. El tandilense, con un tenis de alto nivel, tomó dos sets de ventaja al colocarse 6-4, 7-5 y parecía que podría sacar del certamen a un peso pesado. Sin embargo, el croata reaccionó y consiguió igualar el marcador al imponerse 6-3, 6-4 en los dos parciales siguientes. En el último, Ljubicic se imponía 4-2 con el saque de Mónaco cuando el encuentro se suspendió por falta de luz solar. De cara a la definición, el croata logró un rápido quiebre que pudo sostener con mucho esfuerzo hasta el momento de la postergación. Mónaco contó con varias ocasiones para recuperar el quiebre en el cuarto y en el sexto game, pero Ljubicic supo sacar su experiencia para mantener una diferencia que no parece definitiva por lo que mostró el argentino.