Jueves, 15 de junio de 2006 | Hoy
España, el equipo de Luis Aragonés, superó de cabo a rabo a Ucrania, el peor seleccionado visto hasta el momento en el Mundial.
Sólo un asunto puede quitarle algo de brillo a la contundente goleada de España (4-0) en su debut mundialista: la horrorosa presentación del seleccionado ucraniano. Un equipo sin ganas, sin figuras, sin voluntad, vacío por donde se lo mire. Que despertaba simpatías por el trabajo hecho en la fase clasificatoria y terminó siendo el peor visto en esta primera ronda de partidos que se completó ayer.
De España, que contó con el debut oficial del argentino Mariano Pernía (hijo del Tano Pernía) por el lateral izquierdo, lo más rescatable fue el control de pelota en la zona media y la efectividad y potencia de sus atacantes, ya que por ausencia de peligro verdadero no se pudieron lucir el arquero Iker Casillas ni los cuatro del fondo, con excepción de Puyol, que se mandó al ataque, hizo una pirueta, tiró un pared y terminó la jugada con una asistencia perfecta al Niño Torres, que con un derechazo certero puso el 4-0 final.
Cuando Ucrania todavía se parecía a la de la fase previa, porque todavía no había pasado un cuarto de hora desde el arranque y se le daba tiempo como para acomodarse en la cancha, Xabi Alonso abrió la cuenta para los españoles con un gol de hombro, tras un tiro de esquina. No fue avara la fortuna con los españoles, que pocos minutos más tarde, con un tiro libre de Villa que se desvió en la barrera y dejó descolocado al arquero Shovkovskiy, se iba a encontrar ganando 2-0, quizá sin merecerlo aún.
El resto fue obra de la propia Ucrania, deslucida y sin el apoyo de su capitán y figura, Andrei Shevchenko, solo y perplejo observador de la anemia de ideas de sus compañeros de equipo. Ya en el arranque del complementario, el conjunto ucraniano sentenció su tarde con una falta de Vashchuk sobre Torres, lo tomó del pantalón afuera y lo soltó adentro del área, que terminó en penal y expulsión.
Se trató del primer penal del Mundial. Lo ejecutó Villa, y si bien Shovkovskiy adivinó la punta, no consiguió desviar el remate que puso el encuentro 3-0. Luego contó Raúl, que había ingresado por Villa, con varias chances que no prosperaron porque encontraron freno en el arquero ucraniano. Y la frutilla del postre fue la gran jugada de Puyol y la potente definición de Torres. “Comenzar así el Mundial te da mucha moral pero debemos ser cautos”, comentó Puyol.
Para los jugadores ucranianos, atrás quedaron las promesas del presidente de su federación, el industrial Hryhory Surkis, quien ofreció un millón de dólares a cada uno por ganar la competencia. Más cerca de la realidad estuvo el propio entrenador, Oleg Blokhin, puntero izquierdo y figura de la URSS en los JJ.OO. de Montreal ’76. “Parecimos el peor plantel de Europa. Me hago cargo de la derrota y le pido perdón a la gente por este fracaso vergonzoso”, dijo.
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