El partido de esta noche frente a Libertad, por los cuartos de final de la Copa Libertadores, no es un partido más para Boca. Porque de cómo le vaya a Boca en esta Copa Libertadores dependerá en buena parte el futuro del equipo de Miguel Angel Russo. Si Boca sigue con vida, no habrá mayores novedades por todo lo que tendrá por delante, pero si Boca no logra superar a Libertad, que en la Bombonera y con un juego sólido, aunque nada vistoso, sacó un importante empate 1-1, la situación podría complicarse, más allá de las chances que mantenga el equipo en el torneo local.

Si Boca sigue en carrera y acaso logra un título internacional, sería más fácil para los dirigentes boquenses intentar conservar en sus filas a Juan Román Riquelme, cuyo préstamo vence a mitad de año. La situación, más allá de las intenciones del volante, es difícil porque Villarreal, dueño del pase del jugador, cotizó su transferencia en 20 millones de dólares, una cifra imposible para la entidad boquense pero no para los clubes importantes de Europa, que han manifestado algún interés por el jugador como pueden ser Manchester United, Fenerbahce o Bayern Munich. Ahora, si se diera el caso de que Boca obtuviera un pasaje al por ahora joven mundial de clubes, que reemplazó la tradicional Copa Intercontinental que se disputaba en Tokio, la perspectiva podría cambiar favorablemente.

Pero Riquelme no es el único jugador cuya continuidad corre peligro. En los últimos días creció el rumor del interés de Barcelona por Rodrigo Palacio, incluso trascendieron las cifras de una hipotética compra por parte de los españoles (12 millones de euros), por lo que Boca precipitó sus intenciones de ir adquiriendo un porcentaje mayor, hasta alcanzar el 65 por ciento del total, del pase del delantero que también pertenece a Huracán de Tres Arroyos y a un grupo empresario. De prosperar las intenciones de los catalanes, y si Boca no tiene objetivos trascendentales por delante, es probable que Palacio, quien tiene contrato con Boca hasta el 2010, emigre para la próxima temporada.

Otro caso llamativo sería el del volante Pablo Ledesma. En la actualidad, el cordobés es uno de los jugadores más importantes en lo que respecta a la dinámica del equipo y al equilibrio. Junto a Riquelme, Ledesma es el volante que más se ha destacado en lo que va de la temporada y es por eso que su permanencia en el club comienza a ser incierta. Por estas horas, los dirigentes boquenses analizan una oferta por el volante de un club del fútbol griego, que sería el Panathinaikos y estaría dispuesto a desembolsar cerca de seis millones de euros por el pase.

En la lista de transferibles, no por cuestiones futbolísticas sino económicas, también figurarían el catamarqueño Daniel Díaz y el paraguayo Claudio Morel Rodríguez. Boca necesita concretar nuevas ventas para poder compensar los egresos que le provocan mantener vigente un plantel tan competitivo como costoso. Sólo por el préstamo de Riquelme, por seis meses, Boca pagó dos millones de euros, y ni hablar de las primas de jugadores como Palacio, Palermo e Ibarra, que en conjunto superan con creces esa cifra.