Gastón Gaudio se despidió de Roland Garros al caer ante el australiano Lleyton Hewitt en un partido que dominaba, pero terminó entregando. Hewitt se impuso 4-6, 3-6, 6-2, 6-4, 6-2 en tres horas y 28 minutos de juego. Gaudio, campeón de Roland Garros en 2004, maravilló a los espectadores en la cancha central con la maestría de su juego en los dos primeros parciales, pero comenzó a dudar en el inicio del tercero. Una combinación de doble faltas en los momentos más inoportunos y de repliegue en el juego, sumada al crecimiento anímico y tenístico del australiano, determinaron el vuelco del encuentro.

El argentino tuvo la gran oportunidad de cambiar el rumbo de su temporada y, quizá, del tramo final de su carrera, pero ante Hewitt sintetizó todos los problemas que lo atormentan desde hace casi dos temporadas.

Tres años atrás, en los octavos de final de Roland Garros, Gaudio había borrado de la cancha a Hewitt con un contundente 6-3, 6-2 y 6-2. Ayer pareció que sucedería algo parecido. Con pantalón naranja oscuro, camiseta blanca y vincha del mismo color, retrotrajo al estadio durante casi dos horas a sus mejores momentos de 2004.

A un revés cruzado con fuerte carga de top-spin le seguía una derecha paralela besando la línea de fondo. A un revés con slice le seguía un drop. Y, con bastante frecuencia, el cierre del punto era con la marca registrada del argentino: revés paralelo.

Observado desde la tribuna de jugadores por Guillermo Vilas, Gaudio definió el primer set con un smash y el segundo con un passingshot de revés paralelo. Hewitt parecía por momentos un juguete en manos del argentino. Cada vez más jugadores se instalaban en la tribuna para observar de primera mano su resurrección.

Pero entonces comenzó a insinuarse la otra cara de Gaudio, la de la duda, la de los temores no siempre comprensibles. Un error aquí, un punto extrañamente resuelto, una doble falta. Y otra, y otra. Al final serían 13, muchas de ellas en momentos clave.

En el quinto set jugó algunos puntos con rabia, intentando volver a ser el que es cuando se permite serlo, pero Hewitt no estaba dispuesto a desperdiciar la oportunidad. “Hubiese estado lindo ganar y jugar mejor a medida que pasan los partidos, pero se fue...”, se lamentó luego. “Ya me acostumbré. Después que gané en 2004, en 2005 estuvo muy bien, después mal en 2006, y después, todo el mundo lo sabe, que éste es uno de los peores años de mi carrera.”

“El tenis es un tenista contra otro y, salvo en césped contra Federer, siempre hay chances. Voy a intentar dar el batacazo ante Moyá.”

(Juan Pablo Brzezicki.)

“Hacía bastante tiempo que no jugaba un partido así, vengo de tres meses en los que habré ganado dos games. ¿Seguir? ¡No sé ni lo que voy a hacer!”

(Gastón Gaudio.)

“Sé dónde estaba el año pasado a esta altura y dónde estoy ahora. Los primeros pasos ya los di y ahora mi meta es meterme dentro del Top 50.”

(Mariano Zabaleta.)

“Si Federer gana en París creo que se va a llevar el Grand Slam. No estoy seguro de quién podría frenarlo en Wimbledon y el US Open.”

(Bjorn Borg.)