Apenas se despidió por un año, casi sin tiempo para extrañar. Olimpo de Bahía Blanca, ganador del torneo Apertura, consumó ayer el esperado regreso a la primera división al ganarle 2-1 a Rafaela y adjudicarse de esa manera también el Clausura de la B Nacional. El equipo dirigido por Leonardo Madelón ganó su partido de la última fecha del certamen y se quedó, por diferencia de gol, con el primer puesto del campeonato. Es que los bahienses, que habían ganado el Apertura en diciembre, sumaron 38 unidades, las mismas que Defensa y Justicia, pero gozaron de una mejor diferencia de gol que los orientados por Ricardo Rezza.

Por el delirio desatado en el estadio Roberto Carminatti, el árbitro del partido, Alejandro Toia, informó que el encuentro se suspendió “por invasión de público a la cancha” a los 46 minutos del segundo período, cuando todavía restaban 90 segundos de adicional por jugar. “Adicioné tres minutos y cuando todavía faltaba uno y medio, resolví suspender el partido porque no había forma de continuarlo”, señaló Toia, al contar lo sucedido en el final, cuando alrededor de 100 hinchas ya estaban trepados al alambre y con el correr de los minutos, la impaciencia por volver a festejar el regreso a primera división pudo más. Ahora resolverá el Tribunal de Disciplina.

En el aspecto futbolístico, Olimpo supo sobreponerse a la adversidad que supuso que Rafaela, que si ganaba era campeón, se pusiera arriba en el marcador con un remate de Claudio Bieler, después de una apurada intervención del arquero Marcos Gutiérrez. El conjunto de Madelón no encontraba el rumbo: sus volantes no trepaban, el doble cinco no recuperaba y arriba, tanto Ismael Blanco como Silvio Carrario lucían desconectados del resto. Sin embargo, antes de la finalización de la primera parte, el elenco local accedió a la igualdad con una exquisita habilitación de Carrario que definió con maestría el goleador Blanco (29 conquistas en la temporada), con un remate por encima de la cabeza del arquero Marcelo Barovero.

Ese gol funcionó como bisagra: porque tranquilizó a Olimpo y, como contrapartida, puso nervioso a Atlético. El efecto psicológico fue devastador para los santafesinos, que apenas comenzado el segundo período sufrieron el segundo tanto de los bahienses, mediante un cabezazo de Martín Cabrera, luego de un desborde del ingresado Mauro Olivi. Ya con la ventaja en su poder, Olimpo se paró de contra y le cedió la pelota a Atlético, que pudo haber igualado con un disparo de Ricardo Villalba que se fue apenas alto. Pero Olimpo también pudo aumentar la cuenta, porque Blanco lo perdió en dos oportunidades.

Finalmente llegó la interrupción de Toia por la invasión de campo de la gente y ahora será tiempo de que la cuestión se resuelva en los escritorios. Aunque parece difícil que a Olimpo le saquen lo que pudo conseguir en la cancha: el regreso a primera división, tras perder la promoción con Belgrano de Córdoba, en la temporada 2005-2006. Por eso el delirio de la gente, la vuelta olímpica y el grito de “dale campeón”.