¿Emocionante o excelente? ¿Bien jugado o solamente entretenido? Esa es la discusión que rodea al desarrollo del torneo Apertura sin que haya definiciones al respecto. Que haya tres equipos en la punta de la tabla no necesariamente marca una pauta de calidad, y tampoco lo indica el hecho de que siete equipos se aprieten en dos puntos, o que 14 de los 20 equipos que participan del certamen estén a un tiro de triunfo de la punta. A las puertas del arranque de la octava fecha, que se disputará entre hoy y mañana, algunas puntas para sacar conclusiones propias.

Si Independiente, Boca y Tigre lideran con 13 puntos, no significa un liderazgo caracterizado por la brillantez: sólo reunieron el 62 por ciento de los puntos, y aunque ganaron cuatro partidos cada uno (el 57 por ciento de los que jugaron), perdieron dos encuentros cada uno.

De hecho, que el último invicto del Apertura haya sido un equipo que ascendió de la B Nacional, Huracán (que cayó ante Boca en la sexta fecha) tampoco pinta con sonrisas la calidad del juego. River no arrancó jugando bien en el torneo pero, en un par de semanas, se transformó en el equipo que menos partidos perdió: apenas uno solo. Por eso, tras un comienzo vacilante se encaramó arriba.

River es también uno de los dos únicos equipos del certamen que poseen una diferencia de gol superior a los dos tantos, y no solo gracias al 5-0 del domingo sobre Vélez: tiene + 8. El otro equipo con una diferencia similar es Independiente, uno de los punteros, que tiene + 5. Con un agravante: en los últimas tres fechas sacó un solo punto (de nueve posibles). Sin embargo, se mantiene puntero...

Otro caso curioso es el de Tigre, que sólo convirtió cinco goles en 7 partidos y, pese a ello, es uno de los punteros. De hecho, su victoria este fin de semana sobre los jujeños de Gimnasia fue la primera por más de un gol de diferencia: antes había vencido 1-0 a Gimnasia, Banfield y Olimpo.

Otro caso curioso es el de Boca: ganó sus cuatro partidos en forma consecutiva, pero sólo convirtió nueve goles, de los cuales tres fueron de penal; de los seis goles restantes sólo dos fueron convertidos por sus delanteros Palacio y Palermo.

Los partidos son vibrantes: basta recordar el 5-3 de Independiente a Lanús de la primera fecha, el 4-3 de San Lorenzo a Racing de la quinta y el 3-2 de Banfield sobre Central de este viernes. Por supuesto que son la excepción: es curioso que en dos fechas distintas, la tercera y la sexta, ningún equipo haya marcado más de dos tantos.

Resulta entendible, entonces, que el promedio de gol del torneo sea de 2,45 por partido, una cifra aceptable pero no deslumbrante. Pero solo nueve de los 20 equipos participantes anotaron diez goles o más en siete fechas... River e Independiente, una vez más, son los únicos equipos que anotaron más de dos goles por fecha, en promedio, pero también porque fueron los dos únicos conjuntos que anotaron cinco goles en un partido.

Eso sí: sólo 13 de los 70 partidos disputados (el 18 por ciento o algo menos de uno de cada cinco) terminaron en empates. Pero de los 57 partidos restantes, 20 (uno de cada tres) acabaron con un pálido 1-0, lejos de ser un resultado muy excitante.

Si Vélez le hubiera ganado el domingo a River, habría sido único (y cómodo puntero) con 15 unidades; pero jugó uno de sus peores partidos en mucho tiempo... Si Lanús hubiera derrotado a Newell’s, también sería uno de los punteros.