Mientras ayer se reiniciaba el escrutinio definitivo para saber quién será el gobernador de Córdoba, juecistas y delasotistas decidieron volver a salir a la calle. Ambas fuerzas buscan presionar al Superior Tribunal de Justicia (STJ) cordobés, que postergó su resolución sobre el pedido del opositor Frente Cívico y Social (FCyS) de abrir las urnas y contar uno a uno los votos de la reñida e indefinida elección realizada hace nueve días. Los seguidores de Luis Juez marcharán hoy al mediodía al Palacio de Tribunales, al que abrazarán simbólicamente para insistir en el conteo “que impida que se consume el fraude”. Por su lado, Juan Schiaretti –al que el escrutinio provisorio le adjudica la victoria por apenas 1,1 por ciento de los sufragios– encabezará mañana una caravana organizada por el PJ “en defensa de las instituciones y la democracia”, que bordeará la capital cordobesa pero no entrará en la ciudad, “para evitar posibles enfrentamientos” en el convulsionado bastión juecista.

La virulenta confrontación mediática, que incluyó un duro cruce verbal y hasta un conato de pelea en el aeropuerto provincial entre Juez y el compañero de fórmula de Schiaretti, el ex basquetbolista Héctor “Pichi” Campana, volverá a hacerse sentir en las calles de la ciudad de Córdoba. Los partidarios de Juez, de un lado, y los militantes del PJ comandado por el gobernador José Manuel de la Sota, del otro, medirán su capacidad de movilización para tratar de influir en la decisión de la justicia. El STJ todavía debe resolver la metodología del escrutinio definitivo –que ya lleva cuatro jornadas de revisión de las actas de votación– para consagrar al nuevo gobernador.

“La trascendencia institucional de dicha resolución y los comprometidos intereses públicos en debate imponen que el Alto Cuerpo, en el marco de la independencia, imparcialidad y transparencia, disponga de mayor tiempo para el mejor análisis del problema”, sostiene el comunicado difundido ayer por el STJ. Los supremos cordobeses postergaron así la decisión de hacer lugar o no al pedido del FCyS –rechazado por De la Sota y su delfín– de abrir todas las urnas para verificar el resultado de la elección a gobernador, hasta ahora adjudicada a Schiaretti por 17 mil sufragios sobre 1,6 millón de electores.

Las nuevas movilizaciones enfrentadas serán en la ciudad de Córdoba. Cerca de Juez afirman que la convocatoria de hoy al “abrazo de los Tribunales” para reclamar la “transparencia del recuento” surgió de “un sinnúmero de interrogantes y demandas de la gente que nos ha enviado datos, llamado por teléfono, que tienen ganas de reclamar abiertamente en la calle”. Juez y sus principales colaboradores insisten en que ésa es la “única” forma de “romper el fraude” con que le “robaron” la elección.

En el PJ decidieron enfrentar “el golpe que propone Juez con su intolerancia y su mezquindad”, en su propio territorio, donde el candidato del FCyS le sacó más de 143 mil votos de diferencia a Schiaretti. La caravana pejotista, que aspira a reunir “unos 1500 vehículos”, recorrerá la avenida de Circunvalación que bordea la capital cordobesa, pero no entrará en la ciudad. “No queremos provocar posibles enfrentamientos en una situación por demás conflictiva. Juez es un pequeño nazi que le quiere prender fuego a Córdoba”, dijo a Página/12 uno de los principales asesores de Schiaretti. El comunicado difundido por la oficialista Unión por Córdoba, que convoca a la manifestación “en defensa de las instituciones y la democracia”, plantea una movilización que “sirva como enérgica respuesta a la irresponsable conducta de Luis Juez, quien no asume su derrota, y en forma sistemática presiona y avasalla a la Justicia con sus mentiras y calumnias”.

En tanto, la cuestionada jueza electoral Marta Vidal confirmó que desde el miércoles duplicará (de 12 a 24) la cantidad de mesas escrutadoras para acelerar el escrutinio definitivo. Por esas horas, la pelea ya estará pasando por las calles.