El presidente de Independiente, Julio Comparada, sorprendió con unas declaraciones que no provocaron el temblor institucional que su magnitud prometía. Desde hace dos semanas se sabía que tenía intenciones de renunciar a su cargo de titular en la Secretaría de Hacienda y Finanzas de la Asociación del Fútbol Argentino, disgustado con el empantanamiento de las discusiones sobre el reparto del dinero de la televisión. Sin embargo, ayer precisó que los motivos de su renuncia, que hoy presentará por escrito en el edificio de la calle Viamonte, son bastante más graves que los que sugiere una disputa millonaria.

Comparada denunció ayer que, como tesorero de facto de la AFA, jamás se le permitieron “ver los números de la institución”, cuentas que, de acuerdo con uno de los innumerables contratos firmados oportunamente, hoy mismo se incrementaron en 375 mil dólares, correspondientes a la mitad del cachet que cobra la Selección Argentina, el equipo de todos que regentea la AFA con futbolistas propiedad de los clubes europeos; la otra mitad fue cobrada anticipadamente. Lo que Comparada no quiso explicitar es lo que se deduce de esa imposibilidad: si no puede ver los números, es que alguien no quiso mostrárselos. ¿Y quién podría tener mayor autoridad que el tesorero para impedírselo?

No causa sorpresa otro episodio en el que Julio Grondona demuestra manejar la casa del fútbol con voluntad de hierro, pero sí que un dirigente que no hace tanto tiempo le fuera tan cercano lo dé a conocer.

¿Qué tendrá que ver una reciente reunión de Comparada con Raúl Gámez y Juan De Stéfano, ex presidentes de Vélez y Racing, que no simpatizan en absoluto con Grondona? “Yo hablé varias veces de este tema con él y jamás nos pusimos de acuerdo”, reveló el dirigente, cuya implícita denuncia no le movió un pelo a nadie en el ámbito del fútbol, tal la costumbre, amplificada en este caso por la cercanía de una nueva elección presidencial en la AFA, respecto de la cual ningún personaje del fútbol estaría dispuesto a apostar en contra de una octava reelección...

Comparada aseguró también que “por decir las cosas como son pasás a ser oposición” y vinculó de alguna manera su presunto carácter contestatario con los resultados poco satisfactorios que Independiente tuvo en las últimas fechas del torneo. Difícilmente se investiguen sus sospechas: cuando su antecesor en el cargo, Andrés Ducatenzeiler, trazó una velada conexión entre el último título que consiguió el equipo de Avellaneda en 2002 con la actitud de determinados pitos no identificados, la AFA no ventiló lo sucedido: prefirió sancionar al directivo. Y si Comparada pretende continuar siendo integrante del Comité Ejecutivo (porque “Independiente no puede perder su lugar allí”, según afirmó) no le conviene someterse a semejante escrutinio.