Apenas arrancaba marzo y con la caída ante Ivan Ljubicic en octavos de final del Masters Series de Indian Wells, David Nalbandian perdía algo más que un partido. Esa derrota significaba dejar de pertenecer al privilegiado grupo de los top-ten. Al siguiente torneo, en Key Biscayne, ya figuraba undécimo en el ranking de la ATP. Ocho meses más tarde, luego de sus brillantes victorias en los Masters Series de Madrid y París, el cordobés volvió a meterse entre los diez primeros. Tras subir doce lugares, Nalbandian quedó noveno y se ubicó como primer suplente para el Masters de Shanghai, que arrancará el próximo domingo.

El ascenso de Nalbandian resultó sorprendente. Antes de jugarse el certamen de Madrid figuraba 25º. Con el triunfo en el torneo español mejoró siete ubicaciones, pero el ascenso no resultó tan pronunciado porque defendía semifinales. Incluso, al perder en la primera ronda de Basilea, cayó tres puestos, para arrancar 21º el último torneo del año. Y con el éxito en París quedó noveno, a un paso de clasificarse directamente para el Masters.

Precisamente en ese aspecto se encuentra la disyuntiva de Nalbandian en este momento. Es que el cordobés figura como primer suplente para participar en el torneo de China, que reúne a los ocho mejores jugadores del año. Y las chances de ingresar al cuadro son concretas, teniendo en cuenta que el estadounidense Andy Roddick no jugó las últimas dos semanas por una lesión y se supone que no se recuperará a tiempo para llegar en forma a Shanghai.

Además, tampoco se encuentra en las mejores condiciones el ruso Nikolai Davydenko, que acusó una dolencia para explicar su flojísimo rendimiento en la caída ante el chipriota Marcos Baghdatis. Esa derrota motivó que el árbitro del juego le llamara la atención por el escaso esfuerzo que mostraba, justo una semana después de haber sido sancionado por “poca competitividad”, en medio del escándalo por las apuestas clandestinas. Ante semejante panorama, la participación del ruso no está garantizada, lo que abriría otra hueco para el ingreso de Nalbandian.

Las dudas del cordobés pasan por la pretemporada que ya tenía prevista con su entrenador Martín Jaite y todo su equipo, antes de que surgiera esta posibilidad. Por eso, si no tiene la certeza de poder participar, la idea era no viajar a China y desistir de la invitación para el torneo que consiguió hace dos años. Casualmente, en aquella ocasión tampoco había obtenido su boleto al finalizar la temporada undécimo, pero ingresó al cuadro principal ante las deserciones del australiano Lleyton Hewitt, Roddick y el ruso Marat Safin.